Nunca te amé

Noventa y nueve.

Vuelve a ser quien eras, deja de ocultar tus sentimientos tras esa fría indiferencia y el agrio sarcasmo.

Vuelve a divertirte, deja de decirle a todos que nos tienes tiempo para salir, cuando la verdad es que te quedas leyendo en casa.

Vuelve a tener fe, y aprende a confiar nuevamente.

Vuelve a ser tu misma.

Y si has olvidado como eras, yo te lo puedo recordar:

Hermosa.

Y no hablo solo de tu físico, hablo de esa belleza que fui incapaz de ver antes. Tienes un corazón enorme, capaz de amar sin límites. No es de extrañarse que estés rodeada de personas. Valora a tus amigos, esos que estuvieron contigo en cada noche de soledad y dolor.

Inteligente.

Siempre tenías las palabras correctas para levantarle el mundo a quienes se les estaba derrumbando.

Romántica.

Soñabas con los finales felices y los para siempre. Llorabas viendo Titanic, y disfrutabas las películas de Nicholas Sparks. Escribías frases de amor en todos tus cuadernos y enviabas tarjetas el catorce de febrero a todos los que amabas.

Apasionada.

Luchabas por lo que querías, emprendías un proyecto y lo seguías hasta el final.

Vuelve a ser la misma y verás que con el tiempo, todo lo que una vez te lastimó, se volverá el motivo de tu fortaleza.