Capítulo 3

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—Tu amiga es muy bonita— dijo Kellin recargando uno de sus codos en el mostrador de la tienda mientras tomaba un sorbo de su soda

—Si, lo es— dijo Jesse soltando un largo suspiro, lo que hizo que Kellin lo mirara intrigado— ¿Te gusta?

—¿Qué?...no— respondió Jesse

—¿Seguro?— preguntó Kellin levantando una ceja

—Si, es sólo que...

—Está pasando por un mal momento ¿cierto?

—¿Por qué lo dices?

—¿Crees que no noté ese moretón cerca de su ojo? Olvidó ponerse las gafas que llevaba— rió Kellin leve— Tal vez parezca un idiota pero de eso nada más tengo la cara— respondió dándole otro sorbo a su soda— ¿Cuál era su nombre? ¿Jean?

—Si— respondió Jesse

—Y sólo por curiosidad... ¿Quién la golpea?— soltó Kellin de golpe

—Quinn por favor— dijo Jesse rodando los ojos

—¿Qué? Yo sé que lo sabes, digo, por como la regañabas— dijo mientras Jesse lo miraba seriamente— Vamos, Kell quiere saber

—Un... un hijo de puta llamado Ben— respondió Jesse haciendo que los ojos de Kellin se abrieran como platos

—¡¿Cómo?!—golpeó Kellin el mostrador con la palma de su mano debido a la sorpresa de la respuesta— ¿Hablas de...? ¿Qué...?— de repente él susurró, Jesse sólo se limitó a asentir— ¿Pero cómo es que...? ¿Qué tiene esa chica en la cabeza?

—Yo creo que está loca— respondió Jesse— Ahora entiendes por qué la traté así

—¿Hace cuanto está con él? Son... ¿novios?

—Ya hace un buen tiempo, sin embargo se me hace una locura, me cuesta creer que ella... esté con él, sé perfectamente que ese enfermo la ha de tratar como una mierda y nunca me sacaré de la cabeza que ese imbécil la golpea

—Hijo de puta— dijo Kellin entre dientes

Por un lado Kellin pensaba en lo loca e idiota que era esa chica por estár con un sujeto que la golpea, ella era muy bonita y se notaba a distancia que sufría. Le daba curiosidad el saber más sobre ella, pero si le preguntaba más a Jesse estaba seguro que no le diría nada más pues se notaba que él sentía de cierta forma algo por ella.
Los pensamientos de Kellin fueron interrumpidos por la voz de Jesse.

—Kell tengo cosas que hacer ¿Vendrás por la tarde?

—Claro...- dijo él— Nos vemos más tarde— salió de la tienda

Kellin caminaba por la calle distraído, seguía pensando en la plática con Jesse. Caminaba cerca de un parque y a lo lejos notó la silueta de la chica, ella estaba sentada en un columpio meciendose lento con sus piernas, tenía sus gafas puestas, agarraba la cadena del columpio con una mano y en la otra sostenía un cigarrillo. Sin pensarlo dos veces se acerco tranquila y relajadamente hacia ella sentándose en el columpio de al lado.

—Hola— saludó él con una leve sonrisa, ella giró su cabeza y lo miro sin hacer ningún gesto

—Hola— respondió

—¿Cómo te va?— preguntó Kellin mientras posaba sus manos en las cadenas de los columpios y comenzaba a mecerse lentamente

—Si te digo que bien... te estaría mintiendo

—¿Tan mal esta todo?— ella asintió— ¿Por qué?— preguntó de nuevo mirándola

—No te incumbe— le respondió

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