"Mi Amado Vampiro" |~°Rubegetta°~|

|~° Mi Amado Vampiro °~|

Narra Vegetta

Estaba feliz de tener a mi niño aquí conmigo, así podría asegurarme de que nada malo le pasaría. Miraba a los 4 cachorros correr por todos lados, afortunadamente no se acercaron al huerto ni a los corrales.

-Si te molestan puedo atarlos- Su voz venia de mi espalda, me gire a mirarlo

-No me molestan, es lindo verlos corriendo de aquí para allá- Dije sonriendo y me recargue en la pared

-¿Seguro? No quiero que destruyan nada de tu bella casa- Se acercó, notaba su leve preocupación

-Chiqui, tranquilo, no me molesta en lo absoluto que estén jugando- Abracé su cintura con cuidado y él puso sus manos sobre mi pecho

Me acerque lentamente a sus labios y los tomé, un suave baile entre estos fue suficiente para llevarme a las nubes. Un ruido, más bien, unos gritos fuera de la fortaleza me hicieron separarme del menor.

-¡Vegetta!- El fuerte grito de Alex y Willy llego hasta la mansión

-Por dios, que pulmones tienen ese par de locos- Se quejo Rubius separándose de mi

-Bueno, al menos pudimos escucharlos- Deje un pico en sus labios

Camine hacia la entrada de la muralla y les abrí el acceso. Venían todos nuestros compañeros y traían ciertas cosas con ellos, cuando todos entraron cerré la muralla y me giré con ellos.

-¿Que hacen aquí?- Dije mirándolos

-Traemos cosas para ayudar a Rubius- Habló Lolito

-¿Y como supieron que está aquí en mi casa?- Pregunté confundido, según yo nadie escucho mi proposición

-Fuimos a buscarle a su casa- Comentó Luzu

-Y como no estaba, supusimos que estaría aquí- Dijo Auron, completando la frase de su pareja

Abrí las puertas de la mansión, ellos se quedaron mirando el lugar, no todos habían visto mi mansión o tal vez si, pero no terminada.

-¡Rubi, cariño!- Grité al aire, no tenía idea de donde estaba mi menor

-¿Qué pasa? Ah, hola chicos, ¿Qué hacen por aquí?- Salió del salón principal, tenía un libro en sus manos

Todos le comentaron que tenían una idea para poder quitar su condición. No se de dónde pero Alex sacó un cubo y camino fuera de casa, todos lo seguimos y note que fue hasta mis vacas para llenar el cubo con leche que tenía almacenada, se la dio a Rubius.

-Bebe todo lo que puedas de golpe- Le pidió al ver la cara de confusión del oso

-¿Esto funcionará? No son efectos de una poción- Dijo el castaño no muy convencido

-No perdemos nada realmente con intentarlo- Fargan se encogió de hombros cuando dijo eso

Rubius hizo la misma acción y comenzó a beber del cubo con leche, todos lo mirábamos expectantes, como si desearamos que la leche quite los efectos de los vampiros. Cuando acabó de beberla nos miró a todos y limpió la comisura de sus labios con la manga de su suéter.

-Pues... Sinceramente no me siento diferente- Dijo mirando sus manos y luego cuerpo

-Yo tampoco le veo nada diferente, sus colmillos siguen ahí y sus ojos aún son rojos- Luzu lo examinó de cerca, revisando que algo fuera diferente

Un sonidillo salió de los labios del Vampiro, le había dado hipo. Todos comenzamos a reír al ver que tenía hipo, pero paramos cuando en un pequeño brinco se convirtió en murciélago.

-¿Qué cojones? ¡Soy un murciélago!- Gritó mientras volaba cerca de nosotros

-Vaya... Parece que esto no será fácil- Willy rasco su barbilla

-¡Quema! ¡Joder, quema!- Rubius comenzó a soltar pequeños hilos de humo

Como alma que lleva el diablo se metió a mi casa, tenía partes del pequeño cuerpo quemadas. Todos nos acercamos preocupados.

-¿Puedes regresar a tu forma?- Pregunté yo con preocupación

-N~no se como hacerlo- Dijo haciendo muecas probablemente de dolor

-Intenta algo, necesitamos revisar que no tengas daños- Fargan ya tenía en sus manos un botiquín de primeros auxilios

Rubius cerró sus pequeños ojos y se quedó así unos segundos, hasta que volvió a su forma original, tenía algunas quemaduras en el rostro, cuello y manos, pero lo que más me sorprendió, es que ahora era más pálido de lo normal.

-¿Soy yo o está más pálido de lo que ya es?- Dijo Auron mirándolo con determinación

-No eres tú, yo también lo veo más blanco- Me acerque para tomar el rostro del menor con cuidado

-¿Tu crees que los efectos llegan poco a poco?- Willy se acercó a mi

-Es lo más seguro, cuando a mi me pasó, los efectos llegaron de a poco, ¿Recuerdas?- Dije mirando al albino

-¿Qué? ¿Fuiste un vampiro?- Dijo Rubius confundido