"Mi Amado Vampiro" |~°Rubegetta°~|

|~°Mi Amado Vampiro°~|

Narra Rubius

Todo en el pueblo era muy lindo, había luces por todos lados, casas con decoraciones y música tranquila. Seguía sosteniendo el brazo de Vegetta, me sentía más seguro así.

-La cena está más que lista, pasemos todos al salón de fiestas- Hablo Merlon y todos comenzamos a caminar

-El salón de fiestas... Nunca había ido allí, al menos no lo he visto terminado- Comenté al aire, pero al parecer mi acompañante me escucho

-Lo terminaron el primer día que te fuiste chiqui, pero es la primera vez que celebran algo en el- Giró su cabeza hacia mi y dejo un beso en mi sien

Yo reí suavemente, me empezaba a gustar esto de los besos y abrazos. Entramos al salón y había una enorme mesa con comida por todas partes, mi boca se hizo agua y mi estómago rugió, olía muy bien.

-Vegetta, Willy, Alex, Luzu, Lolito, Auron, Rubius, Fargan y Mangel. Gracias a ustedes nuestro pueblo está a salvo, por ello, queremos ofrecerles este banquete como agradecimiento- Habló Merlon nuevamente mientras nos miraba

Todos los ciudadanos del pueblo comenzaron a aplaudir, tiraron serpentinas y confeti. Al final, ya estábamos todos sentados en la mesa, Vegetta aún permanecía a mi lado, tenía una de sus manos en mi pierna, acariciandola. Cuando pudimos iniciar la cena, todo era amor y paz, risas, chistes y pláticas, era una noche realmente increíble.

Al terminar de cenar, se escuchó música aún más tranquila, algunos se pararon a bailar con sus parejas, yo observaba desde mi lugar.

-Disculpe osito bonito, ¿Me concedería este baile?- Me gire para ver a Vegetta, tenía su mano extendida hacia mi

-Con todo el gusto del mundo- Dije sonriendo y tome su mano

Me levanté y él me llevó al centro de la pista de baile. Tomó mi cintura con delicadeza y yo rodee su cuello con mis brazos, nos moviamos lentamente, al compás de la música.

-Oye, lo estuve pensando y quiero decirte que... Me encantas- Dijo él en medio del baile, una enorme sonrisa apareció en mis labios

-Tú... También me encantas, Vegettita- Dije y lo abracé, pegando nuestros pechos

-La luna llena es testigo de nuestro gran amor- Susurró y yo me gire para ver la luna

Cuando mis ojos hicieron contacto con la enorme luna, me quede paralizado, sentí una increíble sed y mis colmillos picaban. No podía estarme pasando esto ahora, por los dioses.

Narrador omnisciente

Al instante, un grito de horror se escucho por todo el lugar, una señora que estaba junto a los chicos se había dado cuenta de los ojos rojizos y enormes colmillos que poseía Rubius.

-¡Rubius es un vampiro, un monstruo!- Gritó la vieja aferrándose a su esposo

-¡Todos alejense!- Gritó Merlon preocupado porque el joven héroe hiriera a alguien

El chico musculoso fue alejado del menor.

-¡Él no es un monstruo!- Gritó Vegetta intentando volver con Ruben

El chico oso estaba aterrado, a pesar de tener los ojos rojos, podían transmitir el miedo que sentía. Al instante muchos guardias llegaron al lugar, Rubius intentó huir, pero fue derribado por los guardias, quienes también lo encadenaron.

-V~Vegetta... ¡Vegetta, ayúdame!- Rubius gritaba aterrado -¡P~por favor, ayúdame!- No pudo continuar gritando, le habían puesto un bozal

-¡Que me suelten, está aterrado! ¿No lo ven? Es solo Rubius- Willy y Fargan eran quienes sostenían a Vegetta

-¡Vege...!- No terminó de hablar, una horrible oscuridad llenó sus sentidos

Vegetta dejo de luchar por soltarse cuando de un golpe dejaron inconsciente a su amado, la irá y adrenalina corrieron por sus venas como nunca y de un solo golpe tumbo a sus dos amigos que lo sostenían, estaba más que furioso. Se acercó al menor que permanecía tirado en el suelo. Merlon se interpuso en su camino.

-¡Llevenlo a la prisión!- Ordeno a los guardias, quienes obedecieron, se giro a ver al más alto -¿Tú sabías de esto y no nos dijiste? ¿En que demonios pensabas Vegetta? ¡Alguien pudo haber muerto!- El grito de histeria de Merlon dejo a todos los que murmuraban callados

-Él... Él jamás hubiese lastimado a nadie y yo jamás se lo hubiese permitido- La voz del peli-flama salió ronca, tenía la cabeza baja y los ojos encendidos en furia

-¿Y si terminaba lastimandote a ti? ¿Que ibas a hacer, eh? Él ahora es un monstruo, un vampiro... No puede seguir entre nosotros- Habló con la voz decidida, aunque su corazón pidiera que no le hiciera daño al tierno chico

-¡Él no es un monstruo! Y si él se va yo... Yo también me iré con él- Él había dicho con una seguridad enorme

-Vegetta, con que debía irse no me refería a marcharse del pueblo...- Habló Merlon con algo de miedo