El tiempo no fue favorable para Shoto, pues luego de un año y dos meses de reconciliación con Yaoyorozu, la pareja termino definitivamente. La razón era algo tonta según la muchacha, aunque para Todoroki no lo era.
Él trabajaba incansablemente para darle lo mejor a ella, la llenaba de regalos, le daba todo lo que la de negros cabellos deseaba, nunca le falto nada, lo único que el bicolor le pedía a la chica era que mantuviera su hogar presentable, pues siempre que sus padres iban a su departamento encontraban un desastre total.
Todo sucedió cuando su hermano mayor Natsuo decidió ir a visitarlo junto a su novia Nejire. Shoto quien para ese momento había montado un pequeño estudio de arquitectura, contaba con una creciente fama entre sus ex clientes de su anterior trabajo, por lo que encarecidamente le pidió a Momo limpiar el departamento y preparar algo de comer, aunque fuera solo por ese día, pues quería dar una buena impresión a su hermano.
Todo la mañana y parte de la tarde, sé la paso rezándole a todas las deidades (en las que por cierto no creía), para que su amada pudiera cumplir aquel pequeño favor. Cuando llego a su casa un agradable aroma lo recibió, con alegría sonrió al solo pensar que Momo lo había ayudado, más solo llegar a la sala su semblante feliz se esfumo.
Yaoyorozu estaba recostada en el sillón, fingiéndose enferma, mientras su hermano y la novia de este limpiaban y cocinaban para la muchacha. Con una sonrisa el de blancos cabellos lo recibió, más Shoto no pudo regresarle la sonrisa, pues estaba furioso.
Fingió calma y control frente a sus invitados, más cuando ellos se retiraron encaro a la mujer, la cual no dejo su teatro hasta que Todoroki pronuncio las palabras que indicaban que no había vuelta atrás.
—No puedo seguir con esto. Una cosa, solo una cosa te pido, ¡y ni eso puedes ayudarme a hacer! Sé que tu educación y tu familia son superiores a la mía, pero tu sabias quien era yo al marcharte conmigo, yo no te puedo dar servidumbre, tampoco puedo estar haciendo todo cuando llegue del trabajo. Momo, yo estoy cansado, ya no puedo, te amo, pero amarte es tan cansado y agotador, que ya no puedo más —declaro en un suspiro.
—¿Que tratas de decir? —cuestiona con voz temblorosa la mujer.
—Que esto se acabó, mañana me llevare todas mis cosas. La renta del departamento está pagada hasta el mes próximo, puedes quedarte aquí hasta entonces, puedes buscar un trabajo, regresar a tu casa o lo que tú desees. Espero de todo corazón que te vaya bien en tu nueva vida —susurro.
Se dio la media vuelta tomo un abrigo y se marchó de su hogar. No volteo en ningún momento, ni siquiera cuando los gritos de Momo pararon y dieron paso a un llanto desgarrador.
Y no es porque fuera malo, pero él conocía a esa mujer como la palma de su mano, era consciente de que ella sabía cómo manipularlo, por eso es que su relación duro tanto, aun con todos los problemas que ambos tenían. Por eso es que el día siguiente quien fue por sus cosas no fue él, sino su hermano.
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Biografía de un amor peculiar.
FanfictionCuando la conoció él no creyó que ella se convertiría en parte tan importante de su vida. Una historia extraña y absurda, llena de amor, desamor, mentiras, engaños y deshonestidad. Porque no todas las historias de amor comienzan de forma especial. O...