Cuando la conoció era una calurosa tarde de verano, Shoto puede recordar perfectamente ese día, pues luego de una pelea que termino con Momo marchándose de su hogar decidió que iría a ver a sus padres para despejarse.
En cuanto estuvo en la puerta de su casa se asombró de ver a sus padres salir muy bien arreglados y con un pastel en las manos, trato de irse antes de que notaran su presencia, pero su auto no coopero haciendo que sus progenitores lo notaran inmediatamente.
Solo verlo alegro infinitamente a los mayores, quienes sin perder el tiempo preguntaron por la dulce Momo, una sonrisa tensa se formó en el rostro del menor, con suavidad les contó que ella había decidido ir a visitar a sus padres a Tokio, pues los extrañaba mucho.
La madre del bicolor noto la mentira en sus palabras inmediatamente más no dijo nada, en cambio invitó al muchacho a una reunión con unos viejos amigos de su padre, al no tener nada mejor que hacer inmediatamente Shoto acepto.
Subió al auto con sus padres y se encamino con ellos a casa de los "buenos amigos de su padre". En el camino su madre hablaba sin para sobre un pequeño negocio que comenzó a emprender, mientras que su padre sonreía y asentía ante cada palabra de la mujer.
Para Todoroki era algo increíble de ver la forma en que sus padres se llevaban ahora, pues hubo una época oscura en que ambos apenas y se toleraban. Gran parte de su niñez sé la paso pensando que ellos se separaría, más un día de repente las discusiones pararon y las cosas cambiaron para mejor.
A ciencia cierta no sabía que había pasado, más no era algo que realmente le quitara el sueño, por lo que nunca indago en el tema ya siendo mayor. Aunque ahora que estaba teniendo varios problemas con su novia, se planteó preguntarle a sus padres como sobrellevar las cosas. Tan perdido estaba en sus pensamientos que no se dio cuenta que ya habían llegado a su destino, al ver el lugar en que estaban lo hizo sorprenderse bastante, pues era una casa muy grande y bonita que más bien parecía un hotel de lujo o un ryokan.
Su madre vio la duda en su rostro y le sonrió de modo suave, iba a explicarle la situación, más antes de lograrlo una mujer de verdes cabellos los recibió con amabilidad.
—Rei, Enji, ¡por fin llegaron! Nos encontrábamos preocupados por ustedes —susurro la mujer.
—¡Lo sentimos mucho Inko! Se nos hizo un poco tarde ya que tuve un accidente con el primer pastel, afortunadamente el segundo me quedo tal y como te gusta — murmuro animada la contraria.
La de verdes cabellos sonrió con suavidad y negó.
—Eres una perfeccionista Rei, me alegra mucho que ya estén aquí, veo que trajiste a uno de tus hijos. Mucho gusto, mi nombre es Inko, soy amiga de tus padres —Se presentó con educación la mujer.
—Un gusto, mi nombre es Shoto, es un placer conocerla señora Inko.
Luego de esa presentación la mujer los guio por un largo camino hasta llegar a una casa bastante amplia, al entrar un aroma bastante bueno hizo que el apetito del muchacho se abriera de inmediato.
Aunque no tuvo tiempo ni de pensar en eso, pues una manos infantiles se abrazaron a su pierna, al bajar la vista inmediatamente reconoció a Eri, la hija del amigo más cercano de su padre, también observo a Hitoshi el hermano de está hablando con pereza con un muchacho de negros cabellos.
Pronto toda la habitación se llenó de presentaciones, saludos amables y halagos sobre lo bien que se veía cada una de las personas ahí presentes. Rápidamente el bicolor se adentró en la conversación de su padre, fue en esa que descubrió que el hombre rubio de nombre Toshinori, era el dueño del lugar, Inko era su esposa, pero los hijos de esta no eran de él, sino que eran del su fallecido esposo de la mujer.
Trato de prestar atención a esa información, pues no quería cometer una imprudencia, se dejó envolver por el ameno ambiente del momento, aunque sin olvidar del todo a Momo.
La atención de todos los presentes fue llamada por una nerviosa voz.
—La comida esta lista para ser servida, por favor venga al comedor conmigo —murmuro con vergüenza una chica de verdes cabellos.
Shoto rodo los ojos con fastidio al notar que miraba hacia donde él estaba, sabía que era atractivo, más nunca pensó enamorar a una muchacha de forma tan rápida. Eso para él resultaba bastante molesto, pues odiaba que se fijaran solo en su físico, por eso decidió mirar a la muchacha con dureza para que no se hiciera ilusiones, aunque eso no funciono, pues su cara se puso más roja.
Con decisión se encamino hasta donde ella estaba para hacerle un desplante más obvio, justo cuando iba a llegar a su lado, la suave voz de ella se dejó oír mucho más dulce.
—Kacchan, hice curry extra picante para ti, espero que esta vez si te guste —musito nerviosa.
Antes de que Shoto pudiera responder algo una voz más tosca le gano la palabra.
—Tu madre dijo que ha estado enseñándote a cocinar, espero que no seas una inútil en eso —exclamo con sorna.
La muchacha negó, un muchacho de cabellos rubios se acercó a ella, hasta ese momento el bicolor se dio cuenta que alguien más estaba detrás de él, con curiosidad miro a esos dos alejarse de él sin prestarle la más mínima atención.
Luego de eso su vista no se pudo despegar de la extraña pareja.
Él se llamaba Katsuki Bakugo, según lo que escucho era un amigo de la niñez de la muchacha quien se llamaba Izuku Midoriya, hija de Inko e hijastra de Toshinori. En comparación a su hermano mayor Yō y su hermana menor Tsuyu, ella era muy tímida, mucho más si se trataba de estar junto a Bakugo.
Ella parecía encontrar fascinante todo lo que implicara al de ojos rubí, mientras que él parecía ver en ella a un estorbo, aunque eso solo era una fachada, pues si algún hombre se acercaba a hablar con Izuku, Katsuki se irritaba de inmediato, y reclamaba su atención de formas muy poco sutiles.
Parecía que las madres de ambos aprobaban la extraña relación, pues cada que esos dos interactuaban un aura de felicidad envolvía a las mujeres.
Shoto encontró increíble el que una muchacha tan nerviosa y frágil como Izuku Midoriya, estuviera enamorada de alguien tan explosivo y brusco como Bakugo Katsuki.
Una parte de él sintió pena por ella, pues aunque ambos se notaban enamorados, algo le decía que Bakugo no era de los hombres que daban afecto, sino que era de los que arrasaban con todo y te dejaban sin nada.
Aun con ese presentimiento Todoroki no hizo nada, pues él también era uno de esos hombres sin saberlo.
Espero con esto aliviar lo que mi corazón siente.
Esto es un poco de realidad, mezclado con fantasía, porque enserio lo necesito para librarme de lo que me atormenta.
Nos leemos.
○DI○
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Biografía de un amor peculiar.
FanfictionCuando la conoció él no creyó que ella se convertiría en parte tan importante de su vida. Una historia extraña y absurda, llena de amor, desamor, mentiras, engaños y deshonestidad. Porque no todas las historias de amor comienzan de forma especial. O...