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– ¿Crees en el amor a primera vista?

Solté mi abrigo por la sorpresa y él lo recogió por mí. Habíamos dejado el centro comercial hace una media hora y ahora estábamos caminando por el pequeño parque que había al lado del hospital central de la ciudad. En media hora más saldría Jeonghan, dueño de las llamadas que no dejaban almorzar a Mingyu, y le pidió que lo acompañara a comprar flores. Por eso ahora nos encontramos admirando la belleza de la naturaleza mientras estábamos sentados en una banca.

– ¿Por qué preguntas eso?

– Curiosidad. Quiero saber qué pasa por la cabeza de un escritor. Es intrigante saber que tienes palabras para todos excepto para ti.

– Mmm, no. No creo en el amor a primera vista. Pienso que puedes ver a una persona, el físico te puede encantar y todo lo que la persona pueda mostrar. Sin embargo, si es por el físico que sucedió el "amor" entonces no lo es. Si te enamoras del físico significa que es simple interés. Cuando te enamoras de una persona es porque la conoces y el físico pasa a segundo plano.

– Me gusta tu forma de pensar. Y, qué me dices, ¿cual es tu definición del amor?

– ¿Amor?

– Mhm. Todos tenemos una definición diferente respecto al tema. En el fondo de nuestro corazón todos tenemos una definición única sobre lo que es ese sentir. ¿Cuál es el tuyo?

– Yo... no lo he pensado. El amor en general es un campo de batalla. El amor es como un plano de un edificio que viene en otro idioma; lo ves pero, no sabes lo que debes hacer, no sabes por dónde empezar porque no lo entiendes. Una vez intenté escribir sobre el amor, pero fue un fracaso. ¿Cómo puedo ser capaz de escribir sobre algo que no comprendo? Sería ridículo.

– ¿Y quién dijo que debías entenderlo?

– ¿Ah?

– El amor es más bonito cuando no sabes lo que pasa. Cuando te sorprende cada una de las cosas que podrían venir. Puedes escribir sobre el amor y dejar que tu corazón decida el camino que quiere tomar. ¿No es mejor arriesgarse que lamentar?

Por un momento se me olvidó que soy yo el que escribe. Vaya, Mingyu es realmente bueno con las palabras y con hacerme analizar. Crea una sensación extraña en mí, una sensación similar a la comodidad.

– Muy bien Mingyu. Ya que has probado ser bueno en este tema, ¿cuál sería tu definición del amor?

– Puedes preguntarme eso luego. – dijo cuando miró su celular. – Jeonghan me avisó que salió. Vamos por él. – evadió mi pregunta e incluso cambió de tema. Mas no preguntaré más al respecto, por alguna razón no me respondió y no seré tóxico preguntando lo mismo una y otra vez.

El hospital estaba a unos cuantos pasos de donde estábamos por lo que llegar a Jeonghan no sería tan extenso. El rubio salió por las puertas principales del hospital con una sonrisa gigantesca.

– Vamos, debo comprar esas flores en menos de una hora o seré pollo frito.

– ¿Cuál es la ocasión de hoy? ¿Mesiversario? – el rubio negó mientras daba pequeños saltos y de vez en cuando unas cuantas vueltitas.

– Es nuestro primer aniversario. Es en seis días pero, decidimos celebrarlo la semana entera. Hoy le regalaré flores.

– ¿Y mañana?

– Mingyu no te metas en la vida de los demás. – el castaño bufó dejando de preguntar.

Al llegar a la floristería recibí una ola gigantesca de olores y fragancias distintas. Rosas, orquídeas, claveles, dalilas, entre otros. Era un mundo colorido ahí dentro. Habían unas cuantas personas comprando ramos de unas flores en específicos. Pude apreciar cómo cerraban los ojos apreciando la finura del olor característico y sus sonrisas al final de su acción.

Las sonrisas inocentes, esas que salen inconscientemente, son las más puras. Las que nos recuerdan que siempre hay una razón por la cual sonreír.

– ¡Estas son perfectas! – exclamó un Jeonghan saltarín ya afuera de la tienda.

– En el transcurso nuestra amistad nunca lo había visto tan saltarín y feliz como ahora. Me alegra verlo así. – habló Mingyu con un ramo de girasoles en la mano, lo extendió hasta que quedaron a la altura de mi pecho. – Son para ti. – Me estaba regalando flores... ¿estoy soñando? – No sabía cuáles te gustaban y cuales no, decidí adivinar. ¿Te gustan? – afirmé. Aplaudió unas cuantas veces antes de salir corriendo con Jeonghan en dirección a su departamento.

– ¡Oigan esperen! – empecé a correr siguiéndolos.

¿Por qué corría?

Nunca había sido bueno para el ejercicio, quizás por esa razón casi repruebo la clase de educación física tres veces. A penas había corrido unos minutos y mis pulmones pedían aire. Al detenerme mis pies dejaron de ayudarme y fallaron. Caí en el suelo y gracias al cielo por los girasoles. Las flores impidieron que mi rostro diera contra el pavimento.

– Años intentándolo y aún no has aprendido a correr mi querido Jeon. – alcé mi vista para encontrarme con el rostro calmado de Jisoo. – Ven, levántate de ahí. ¿Qué hacía alguien como tú corriendo en medio del invierno solo? ¿Intentas practicar para alguna olimpiada?

– Muy gracioso. – saqué el polvo inexistente de mi cuerpo y busqué por todos lados a los cómplices. Que raro, no estaban. – Mingyu y su amigo Jeonghan fueron los culpables de esto.

– De Jeonghan lo creo pero, ¿Mingyu te dejó caer? ¿Dónde está? – alcé mis hombros restándole la importancia.

– ¿Conoces a Jeonghan?

– ¿Cómo no conocería a mi novio?

– ¿Jeonghan es el rubio que te trae por los cielos?

– ¿No lo sabias?

– ¿Por qué me sigues respondiendo con una pregunta?

– No lo sé, pero yo romperé la cadena. – dijo Jeonghan apareciendo de la nada junto con Mingyu.

– ¿Por qué desaparecieron?

– Ah, Mingyu fue a comprar comida. Es un poco despistado a veces y a mí se me fue el avión mental. Estaba enfocado en esto. – mostró las flores entregándoselas a su ahora feliz dueño.

Extraños, simplemente extraños.

•••
Holaa, ¿cómo están?

No suelo poner mensajitos pero, quería desearles una hermosa navidad <3

Recuerden que el mejor regalo que nos pueden dar no es el material sino el espiritual, ya saben, el amor que las personas nos pueden brindar.

Gracias por leer~

Curious eyes || Meanie Donde viven las historias. Descúbrelo ahora