Luto
Tembloroso y con náuseas, Yoongi había llegado a la esquina del techo por donde había caído Jimin, y con las manos frías se asió del pequeño muro de cincuenta centímetros. El viento estaba muy frío, el pueblo estaba muy oscuro… Y al pie del hostal estaba Jimin, todo cubierto de telas negras, e inmóvil, sobre el suelo.
“Con suerte…”, pensó Yoongi, con el corazón en la garganta. Había casos de personas que caían de más alto y sobrevivían. Tal vez Jimin no había golpeado su cabeza. Tal vez era cuestión de algunas costillas fracturadas.
Con suerte.
“Con suerte…”
No sabía cómo, como un autómata o como un sonámbulo, Yoongi había conseguido llegar nuevamente a su cuarto, deslizándose como un gato por las marquesinas de las ventanas; y en cuanto encontró a Namjoon, profundamente dormido, lo despertó sin consideración. Le rogó que lo acompañara a la calle, le suplicó que hiciera que abrieran la puerta, le dijo que Jimin estaba gravemente herido y Namjoon, con la confusión del sueño y de la agitación, hizo como le pedía, mitad en sueños y mitad en urgencia.
La dueña del hostal apenas abrió la cerradura, también conmocionada, Yoongi salió disparado hacia el punto donde yacía el cuerpo de Jimin, con su amigo y la anfitriona siguiéndole a velocidades más disminuidas, como tanteando en la oscuridad.
El punto donde estaba Jimin, donde había caído desde el tercer piso, estaba solo.
No había persona en el bulto de ropajes negros que estaban desperdigados en el suelo.
Yoongi frunció el ceño y agarró las telas, dándoles vueltas y colocándolas nuevamente en el piso, una y otra vez, mientras negaba frenéticamente.
¡Él lo había visto caer! ¡Había visto cómo estaba en el suelo! ¡Jimin debería ser este bulto de telas negras! ¡Esta era la capa que llevaba puesta minutos atrás!
Pero cuando se giró e intentó hacérselo entender a Namjoon, encontró en la mirada de su amigo que estaba escandalizado, que lo miraba con cuidado (¿con lástima?)
Yoongi entendió entonces lo que esto parecía. Un día conocía a una especie de “adivino” que predecía su muerte en cinco días, después tenía una ilusión en la cual se veía en medio de un oasis y luego… Luego clamaba haberlo visto caer desde el techo del tercer piso de su hostal.
La preocupación en los ojos de Namjoon se sentían como un vacío en el estómago.
—Nam —comenzó a decir, mientras la anfitriona los veía a ambos cada vez menos asustada y más y más enojada—. Yo… Te lo juro…
—Yoongi, ven acá…— le pidió, alcanzándolo al mismo tiempo, y colocándole el dorso de la mano en la frente en un gesto apresurado. Yoongi se retiró rápido, frunciendo el ceño.
—¡No estoy inventando nada, Namjoon! —intentó dejarle claro, tal vez en un tono más áspero del que esperaba—. Escucha… Jimin estaba en el techo conmigo, y luego… Luego se cayó, de espaldas… Cayó justo aquí. Lo vi desde arriba… ¡Debería estar aquí! —Yoongi solamente podía ver la preocupación crecer en el rostro de Namjoon y la ira de la anfitriona del hostal, con el juego de llaves en las manos y una mueca que se acentuaba—. A-ayúdame a buscarlo… Tal vez… Tal vez está por aquí cerca, malherido…
Tanto Namjoon como la anfitriona hicieron silencio, para desesperación de Yoongi. ¿No podían ver que era una emergencia? ¿Preferían quedarse ahí y etiquetarlo como demente antes de darle el beneficio de la duda y ayudarle a buscar a Jimin?
Namjoon finalmente reaccionó, pero lo que hizo fue girarse y empezar a disculparse con la anfitriona… Yoongi sintió que el alma se le caía a los pies.
ESTÁS LEYENDO
Cinco Días [Yoonmin]
Fanfiction"Te vas a morir en cinco días". Yoongi siempre ha sido escéptico, pero hay algo definitivamente mágico en Park Jimin mientras lee las líneas de su mano. • o "A Yoongi le gusta que lo tomen de la mano". • Pareja: Yoonmin • Género: Romance/Fantasía •...