capitulo II

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Observó con tranquilidad como la brillante luna se escondía y el ardiente sol se asomaba en el este de la aldea, esta era la primera vez que se quedaba hasta el amanecer, su reloj marcó las cinco y punto, a pesar de ser tan tarde no tenía sueño. Observo, en silencio la belleza del sol saliendo, como desmlumbraba a la aldea y destacaba sobre el monumento de los hokages. Se acomodó en una posición fetal, abrazando sus piernas contra ella, el frío golpeaba violentamente contrá su pequeño cuerpo, el frío la acunaba de una forma aterradora mientras el sol más sobre-salía sus parapados mas caían, solo sintió algo calientito y tan suave como una nube, la envolvió, protegiendola del frío.

Y Sin darse cuenta.

Himawari cayó en los brazos de morfeo, siendo cuídada por una sombra silenciosa.


La peli-azul caminaba por las calles de la aldea a dirección a la casa Hyuga, su castigo se había transferido a la casa Hyuga. Cuál sería puesto por su tía, las ojeras sobre-salían de su rostro palido. Era raro ver a una niña de su edad con ojeras, quizás no fue buena idea quedarse hasta tarde, esperando al sol. Acordandose de aquello, habia un misterio que envolvía su mente y en sus recuerdos buscaba la respuesta.

Eran las siete de la mañana cuando abrió los ojos,  se sintía confundida. Un momento estaba en el tejado de su casa y en otro estaba  en su cama envulta con una cobija pequeña. Fue extraño, pero decidió ignorar la situación, llego en menos de veinte minutos a la gran casa Hyuga.



-Y este será tu castigo- dijo Hanabi abriendo una puerta, una exagerada cantidad de polvo salió de la habitación. Tosió por unos segundos, cuando el polvo ya acabó, revelo la gran suciedad del cuarto.

-¿Q-Qué?- dijo espantada por el escenario. Era una gran cantidad de suciedad aunque. Claro, aquella eran las habitaciones de la segunda rama, desde la guerra que nadie habia limpiado aquel lugar. Los insectos y el moho se estaban a dueñando del lugar, en total eran veintisiete cuartos que urgian de una limpieza, tenia que limpiar todo eso en un día, bueno amtes de la cena.

Este es el primer día de su castigo, le faltaban nueve días para acabar su tormento.

Alzando el balde y las escobas se resigno a su destino.



















La habitación estaba en silencio, todos estaban en silencio, los subornidos agachados esperando la ordén del líder de casa, la habitación estaba repleta por el humo que desperendía del cigarro, el solo atinó a arrugar las nariz por el molesto olor, bajo la mirada como los demás, sin antes con tristeza y dolor vió como el que alguna vez fue su maestro se perdía entre el deseo de veganza.












Cubierta de polvo podria confundirse con la habitación, esta era la quinta habitacion que limpiaba. Tenía que andar con el byukagan activado, las habitaciones no tenían luz. Camino a base tropiezo por las cajas y trapos tirados, ahora mismo hacía en el suelo debido a una de estas cajas.

Con calma limpió su ropa, o bueno quitó todo el polvo que pudo. Con molestia miro la caja, solto un suspiro había roto otra caja y ahora varias hojas y libros estaban en el suelo. Con cautela, no quería volver a toparse con una araña, se soprendió al ver que no eran hojas, eran fotos..fotos antiguas, a lo que el byakugan le permitía ver visualizo dos figuras masculinas conocidas, soltando un suspiro guardo las fotos en su abrigo amarillo y continuo con la limpiaza.
















-Di ah~- dijo golpeando el pedazo de carne en las mejilla.

-Sai, quita eso de mi cara - gruño Naruto con los ojos rojos, tenía ambos brazos inmoviles por la retricción de chakra que puso Sakura, para que no le encuentre o algo así habia dicho la pelirosa.

-tienes que comer - hablo confundido ante la negación del Uzumaki.

Shikamaru solto un suspiró y volteo los ojos molesto.

-¡Shikamuru!¡Sacamelo de encima!¡Shi-¿Shikamaru?¿A donde vas?- preguntó Naruto.

-A buscar Sasuke, haber si así quieres comer- murmuró fastidiado.













El vapor escapó, ahora había dominado toda la habitación. Terminó de secar su cabello, no hacía falta secadora ya vestida se sentó enfrente de la mesita, las fotos hacían desparcida sobre esta. Toma una, el papel fotografico estaba viejo, era obvio a simple vista. Las personas en la foto eran sus abuelos, Hiashi y Hizashi, pero mas joven. Aproxidamente de la edad de su hermano, se fijo en las fotos, estaba en lo correcto, las demás fotos procedían hacer de trece a dicisiete años, una ellos solo y otras con sus compañero y equipos, un destello amarillo llamo su atención, en esa foto podría susponer que estaba toda la generación de su abuelo.

Estaban sus abuelos paternos, los abuelos de los compañeros de Boruto, su atención se puso sobre la imagen de su abuela, Uzumaki Kushina. Exactamente no en ella, si no es su compañero, su abuela tenia abrazado, más bien ahorcando al hombre com su brazo, su parecido a Uchiha Sasuke le soprendió.

Frunció el ceño.

¿Aquel hombre que tenía que ver con la única Uzumaki que hubo en esa epoca?

¿Por qué se parecía tanto a Uchiha Sasuke?

Golpeó su cabeza contra la mesa, su busqueda tardaría mas de lo esperado.

Himawari Uzumaki Donde viven las historias. Descúbrelo ahora