Be my Queen | [Sett x Lectora]

Capítulo 2 - Deuda paternal

—¿Qué haces en mi casa, bastardo? —a la chica le hervía la sangre al ver a alguien tan indigno como él en su casa.

—Pues tu padre hizo una apuesta en mi arena de combate y no tenía dinero para pagarla, así que vengo a cobrarle —ella se quedó callada.

—No tengo dinero que ofrecerte, me ofrezco como un fiel sirviente ante ti para pagar mi deuda —.

Sett tomó al vastaya casi anciano del mentón con fuerza, revisaba si le servía —Serás un buen mueble para poner mis pies sobre tu espalda y nada más —.

—No vas a llevarte a mi esposo —le exclamó la vastaya más grande —Si vas a llevarte a alguien que sea a mi —.

—Por favor, no lo hagas, mi papá te necesita —se interpuso la azabache de ojos azules —Yo iré contigo si es necesario —.

El pelirrojo sonrió al ver a Reader. — Reader Yun Yoora, más valiosa que un diamante en bruto... —acercó la más joven a sí mismo, con una mano la sostuvo de sus muñecas y logró hacer que levantara el mentón con la otra —Definitivamente serás tú quién vendrá conmigo a casa —.

El padre de Reader se levantó —No puedes llevarte a mi hija —.

—Claro que puedo, es más valiosa que cualquier joya, si quieres te ofrezco la misma cantidad que apostaste en mi última pelea a cambio de tu hija para saldar tu deuda —la única chica que lo acompañaba tiró una bolsa de monedas de oro al suelo —Son cinco mil monedas de oro, es muy poco por este diamante —.

—No vas a llevarte a mi hijastra, mientras yo siga viva —exclamó la madrastra de Reader estaba a punto de ir por Sett para dejar que su hijastra escapara. Solo su esposo la detuvo —Halum, suéltame, no dejemos que se lleven a mi hijastra —.

—No, con esto es suficiente para que nuestra tribu siga en pie —.

—Fue un placer hacer negocios con usted —se llevaron a Reader con ellos.

Reader se sentía confundida por como reaccionaron sus padres con ella, su padre la cambió por dinero y su madrastra no quería que se fuera con Sett, planeaba escapar con ella para ponerla a salvo de Jhin. Por azares del destino era como si su padre fuera su padrastro y su madrastra su verdadera madre. Miraba al suelo del carruaje un tanto confundida y sin llorar. Los secuaces de Sett conducían el carruaje con cuatro caballos.

Suavemente puso su mano sobre el hombro de la vastaya de sangre pura —No estés triste, en casa mi madre te hará compañía y quiero que me sigas el juego... ¿Entendido? —eso último lo dijo con un tono tranquilo y sereno como si no hubiera intimidado a su padre.

Ella solo asintió. Al llegar se bajó del carruaje seguido de Sett que le ayudó a bajar, no había ni logrado empacar nada de ropa antes de irse de su casa.

Sett abrió la puerta de su casa, estaba llena de muchos lujos, Reader recordaba su casa al entrar. —Sett, ¿Eres tú? —escuchó la voz de una mujer, supuso que era su madre.

Comenzaba a sentirse culpable por como su familia y toda la tribu la odiaban por tener a Sett como un hijo. No podría ni verla a la cara.

—Si mamá, quiero presentarte a alguien —le dijo Sett.

De la cocina salió una hermosa vastaya con el cabello color lila, le recordaba en cierta manera a Dayana, su madrastra. —¿Quién es ella hijo? —.

Reader reaccionó cuando le preguntó a Sett —Yo soy Reader Yun Yoora —dijo con pena.

El pelirrojo la abrazo —Y es mi novia —.

—Qué alegría, Sett no trae a muchas chicas seguido, solo compañeras de trabajo y a su jefa a cenar —mencionó muy feliz la madre del pelirrojo, mientras movía la cola con alegría.