Es el final de la Era Edo, y el tercer año de la Era Bunkyu... La protagonista, Chizuru Yukimura, se crió en Edo y es hija de un erudito de Rangaku.
Después de perder el contacto con su padre en Kioto, Chizuru decide buscarlo.
Allí, Chizuru es testi...
Esa noche, después de que todos los demás se hubieran acostado, me quedé despierta pensando en lo que había sucedido.
No podía olvidar lo que Okita había dicho...
Chizuru Yukimura: "Un niño inútil..."
Él estaba en lo correcto.
En comparación con los capitanes- no, incluso en comparación con el más débil soldado del Shinsengumi. Yo era patética.
No había nada que pudiera hacer por ellos. No era como si hubiera tratado de imaginarme a mí misma como una especie de guerrero, pero tener mi falta de valor tan rotundamente declarado era algo como un golpe.
Chizuru Yukimura: *Suspiro*
Me quedé allí, mirando al techo.
No podría seguir así.
Chizuru Yukimura: "Mañana empiezo a trabajar más arduamente."
No quería huir de más aventuras sin sentido que no hicieran más que causar problemas.
Eso significaba que necesitaba desarrollar un mejor juicio.
Chizuru Yukimura: "Y si voy a hacer eso, necesito dormir."
Pero en cuanto cerré los ojos-
*???*
Chizuru Yukimura: "¡¿Qué?!"
Hubo un estruendo desde el pasillo afuera de mi habitación. Rodé y salí de mi cama justo cuando la puerta estalló en mi habitación.
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De pie en el agujero estaba uno de los soldados Shinsengumi.
Chizuru Yukimura: "Um... ¿Sucede algo?"
Soldado: *Quejido* "..."
Estaba oscuro, por dentro y por fuera, y no podía ver su rostro. Él solo... se quedó allí. Sentí un escalofrío recorriendo mi columna.
Chizuru Yukimura: "¿Necesitabas algo?"
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