Es el final de la Era Edo, y el tercer año de la Era Bunkyu... La protagonista, Chizuru Yukimura, se crió en Edo y es hija de un erudito de Rangaku.
Después de perder el contacto con su padre en Kioto, Chizuru decide buscarlo.
Allí, Chizuru es testi...
Una ráfaga de viento despojó algunas de las últimas y obstinadas hojas de los árboles y las envió a toda velocidad por la calle de Kioto.
Hacía frío y pasó a través de mi ropa. Me estremecí.
Chizuru Yukimura: "...Es casi invierno, ¿no?"
Sanosuke Harada: "Sí, el viento es bastante frío últimamente."
Sanosuke Harada: "Aún así, no lo tenemos tan mal durante el día. No puedo imaginar el frío que hace por la noche, chicos..."
Era noviembre, y la temperatura definitivamente estaba bajando, aunque todavía tenía que hacer bastante frío para que pudiéramos ver nuestro aliento durante la patrulla.
Chizuru Yukimura: "Haaah..."
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Sanosuke Harada: "¿Tienes las manos frías? ¿...Quieres que te las sostenga?"
Chizuru Yukimura: "¡No tengo tanto frío! ¡Estaré bien! ¿...Oh?"
Me di cuenta de que alguien caminaba hacia nosotros...
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Shinpachi Nagakura: "Hey, Chizuru. Sano, ¿Qué crees que estás haciendo? Se supone que tienes que estar trabajando, no jodiendo y coqueteando con pobres chicas indefensas en la calle."
Sanosuke Harada: "Hey, no todo el mundo es un gigoló como tú. Ella parecía tener frío. Sólo estoy tratando de ser un caballero."
Chizuru Yukimura: "Oh... Je je... Hola, Nagakura."
La patrulla de Nagakura lo llevó por una ruta diferente a la nuestra: fue una suerte que nos encontremos en uno de los pocos lugares donde se superponen.
Sus disputas podrían haber parecido extrañas a un transeúnte, pero sabía que era por la señal de profunda amistad.