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Ya era tarde, cerca de las ocho de la noche. En las calles hacía un frío seco, brisa y pequeñas gotas caían desde lo alto, sin embargo, en su hogar ni una huella de húmedad lograba pasar debido a la estufa encendida y el amor con que horneaba sus queridas galletas de matcha.

-Quedaron mejor que la última vez -Suspiró sonriente.

No era experta en hacer dulces, pero se esforzaba.

-Seguro le gustarán, quedaron en su punto justo y crujientes... ¿seré muy obvia al hacerlas en forma de biberones y manitas?.

En eso un sonido de llaves externas sonaban al chocar entre sí y eso significaba una sola cosa...

-¡Cariño!, buenas noches, ¿cómo estás?.

-Buenas noches -Vió como bostezaba al colgar su abrigo cerca de la estufa para que se secara- ¿Qué preparaste para cenar?.

-Esta vez quise rehacer lo que me ensañó tu mamá, hice galleta de matcha, verás como te encantan.

Otro bostezo.

-Sakura, hoy no tengo apetito de algo dulce, ¿podrías hacer un poco de ramen?... no, olvídalo, tengo mucho sueño...

-¿No vas a comer nada?, puedes estár tranquilo que enseguida te haré un ramen.

-Estoy cansado como para siquiera tomar un té, come tú si deseas, yo iré a acostarme.

-Claro, no te precupes, limpiaré la cocina e iré también.

-Ajá.

>>Tal vez debería guardarlas para mañana en el desayuno<< pensó optimista.

Más tarde, ya cambiada a su pijama, se refugió bajo las acolchadas sábanas de polar hechas para el invierno.

-Cariño... -Balbuceó tratando de despertarlo sólo un poco, lo suficiente para brindarle un beso de buenas noches- Veo que estás muy agotado... -Pero no fue posible. Este le dió la espalda relajándose- Que descanses y sueñes muy bien, amor.


𝐄𝐑𝐄𝐒 𝐔𝐍 𝐓𝐎𝐍𝐓𝐎 ❝ ❞ ˢᵃˢᵘˢᵃᵏᵘDonde viven las historias. Descúbrelo ahora