ᴛᴡɪᴛ

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Un par de gemelos se miraban en el espejo completo de la habitación tratando de encontrar alguna diferencia, además del lunar que sólo uno poseía bajo su ojo derecho, pero no encontraron ninguna. Ambos eran simplemente idénticos.

-¿Por qué nos visten igual?

-Sí, ¿por qué?.

-Además que ya me estoy cansando de que me llamen por tu nombre y me regañen pensando que soy tú, ¿por qué no te puedes quedar tranquilo?.

-Sí, ¿por qué?

-Agh.

-Parece que Yoshio salió a mi mamá y Hiro a papá -Observó la hermana mayor desde el marco de la puerta con total gracia- Par de quejones, ya vámonos.

-¡Pido el asiento de la ventana!.

-¡Yo también!.

Ambos corrieron por el pasillo, esquivando uno que otro juguete, haciendo carrera para ver quién se quedaba con la ventana. Aunque una solución a su conflicto no tenía mucha ciencia.

Hay dos ventanas laterales y ellos son dos, ¿si me entienden?.

-¡Cuidado mamá, gemelos pasando!.

Sakura se tuvo que hacer a un lado al momento de abrir la puerta principal para evitar chocar con los segundos más revoltosos del hogar.

-Hey, renacuajos, deben tener más cuidado con mamá, no le vayan a pegar.

-Tranquila, Sarada -Luego cayó en cuenta- No les digas renacuajos a tus hermanos.

Ella se encogió de hombros.

-¿Qué tal el bicho?.

-No para de moverse -Acarició su abultado vientre de seis meses- No le digas bicho a tu hermano.

Esta vez rió ante la mueca enojada de Sakura, que ahora tenía las mejillas más llenitas por comer más de lo debido y la hacían ver adorable.

Sarada, como buena hermana mayor, no dejaría de buscar sobrenombres para identificar a cada miembro de la familia. En especial porque sabía que el que venía en camino no sería el último.

-Mejor sube al auto y evita que Hiro y Yoshio se maten por cualquier cosa -Empujó sus hombros- Sabes que me preocupa dejarlos solos desde la otra vez...

-No van sacar el freno después de que lloraran toda la tarde y los regañaran, supéralo -Habló dirigiéndose al vehículo.

-Pero lloraron...

-Papá lloro -Corrigió cerrándo la puerta.

-Hablado de papá, ¿dónde está?.

Miró la hora para asegurárse de que no era tan tarde como se veía. El cielo comenzaba a nublarse y una pequeña brisa se hacía presente, no quería que por culpa del cambio de temperatura se resfriara o algo, incluso pensaba que el inicio del invierno empezaba.

-Date prisa Sasuke -Refunfuñó de brazos cruzados.

Y pudo jurar que escuchó unos aww desde el auto.

-¡Perdona la tardanza Sakurita!.

Oh no, ese diminutivo.

-¿Qué ocurrió? -Acarició la mejilla de su marido.

-Hubo un problema con una de las canciones que envié a la empresa, me temo que no podremos viajar hoy.

Todo se quedó en silencio.

Hasta el bebé se quedó quieto después de que se emocionara al escuchar la voz de su papá.

Sarada tapó los oídos de sus hermanos para que evitaran escuchar la pronta discución que su mamá iba a empezar, porque conocía bien esa cara de enojada, y esta vez no era adorable.

Los ojos esmeralda se cristalizaron al recordar viejos tiempos cuando ambos pasaron una etapa verdaderamente difícil en su relación, una que ocurrió exactamente por esas fechas.

-¡Era broma!.

-¡¡Maldito, Uchiha!! -Por instinto le propinó una cachetada, aunque una no tan fuerte- ¡¡No me molestes de esa manera, menos cuando estoy sensible!!.

-¡Sobre él!.

El trío de hermanos se lanzó sobre el mayor para propinarle unos pequeños golpes en el suelo. Una clase de pacto que tenían cuando su papá sacaba las hormonas alteradas de la embarazada.

-¡Niños, no muerdan mis orejas!.

-Ya basta, así no llegaremos a la cabaña -Todos le pusieron atención- Entren de una vez y enumerense.

-¡Uno! -Yoshio.

-¡Dos! -Sarada.

-Tres -Hiro.

-¡Cuatro!.

-Alto ahí número cuatro -Tomó del cuallo a Sasuke- No vuelvas a hacerme eso, a la próxima te daré con la barriga.

-Era una bromita, amor -Besó su nariz- Y con la barriga no... ya de por sí Itachi pega pataditas fuertes.

-Con mayor razón no lo repetirás.

-No lo haré... -Acarició sus mejillas con suavidad bajando hacia el vientre que de nuevo se movía ligeramente- No otra vez, lo prometí, ¿te he fallado desde entonces?.

-Confío en que no lo harás -Sonrió.

-Y yo también confío en mí. Sabes que todo esto, mi felicidad y fuerzas, se deben a ustedes -Observó a sus hijos que simulaban no espiar- Cada día haré lo posible para devolverles el favor.

-Empieza por darme masajes en mis hombros como paga -Puchereó.

-Todos los que quieras cuando lleguemos, cariño.

Compartieron un beso para dar inicio al viaje que serían sus pequeñas vacaciones en familia. Las favoritas de todos.

Sakura siguió sintiendo mariposas en el estómago, o quizás sólo era Itachi.

De nuevo toda duda fue olvidada y tranquilidad era de vuelta a su ser que era relleno de amor en esos momentos, literalmente rellenito.

-¡Papá, canta esa nueva canción que escribiste!.

-¡Sí, no la he escuchado!

-Esta bién, pero siéntense y pónganse el cinturón.

-Son realmente inquietos.

-¡Tú lo serás!.

-Ya no discutan o les pongo las cumbias del abuelo Jiraiya.

-¡No!.

Rió ante la advertencia.

Cerró sus ojos por el repentino brillo que cegó su vista. Miró su anillo brillante y luego hacia la ventana, el sol había vuelto a relucir entre las nubes que formaban distintas figuras.

-¡Vamos Sakura, canta conmigo! -Dijo un Sasuke algo desafinado, a propósito, que al mismo tiempo le subía a la radio.

-¡Eres un tonto! -Volvió a reír.

-¡Pero tú tonto!.




































nunca esperen a que sea demasiado tarde, sean derechos y abajo el orgullo cuando vale la pena.

Fin ˎˊ˗

𝐄𝐑𝐄𝐒 𝐔𝐍 𝐓𝐎𝐍𝐓𝐎 ❝ ❞ ˢᵃˢᵘˢᵃᵏᵘDonde viven las historias. Descúbrelo ahora