MONALISA

I: Me encanta tu sonrisa.

«𝐓𝐢𝐞𝐧𝐞𝐬 𝐮𝐧 𝐚𝐥𝐠𝐨 𝐞𝐧 𝐭𝐢, 𝐮𝐧 𝐧𝐨 𝐬𝐞́ 𝐪𝐮𝐞́, 𝐪𝐮𝐞 𝐦𝐞 𝐞𝐧𝐥𝐨𝐪𝐮𝐞𝐜𝐞. 𝐇𝐚𝐬 𝐝𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐭𝐚𝐝𝐨 𝐞𝐧 𝐦𝐢́, 𝐞𝐥 𝐝𝐞𝐬𝐞𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨 𝐝𝐞𝐬𝐚𝐩𝐚𝐫𝐞𝐜𝐞. 𝐂𝐨𝐧𝐭𝐢𝐠𝐨 𝐝𝐞𝐬𝐜𝐮𝐛𝐫𝐢́ 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐚 𝐬𝐨𝐥𝐭𝐞𝐫𝐢́𝐚 𝐧𝐨 𝐞𝐬 𝐭𝐚𝐧 𝐠𝐞𝐧𝐢𝐚𝐥, 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐞𝐜𝐞. 𝐌𝐞 𝐞𝐧𝐜𝐚𝐧𝐭𝐚 𝐭𝐮 𝐬𝐨𝐧𝐫𝐢𝐬𝐚, 𝐌𝐨𝐧𝐚𝐥𝐢𝐬𝐚».

(𝐌𝐨𝐧𝐚𝐥𝐢𝐬𝐚- 𝐀𝐥𝐤𝐢𝐥𝐚𝐝𝐨𝐬).

El ruido estaba fastidiando a Sasuke. Era la tercera bola, que Sakura hacía con su chicle, para luego reventarlo, ocasionado un sonido explosivo, que estaba fastidiando a Sasuke. Un tic se formaba en su ojo derecho, mientras miraba fijamente a la chica, la cuál mantenía su vista, distraída en el plano que estaba enseñando Kakashi.

Sasuke no había vuelto a la aldea para esto. Mucho menos para estar un grupo demasiado disparejo, que ya había encontrado un suplente.

-¡Ay, Sakura! Deja ya de hacer ese sonido. -exclamó harto, no Sasuke, si no, Naruto. Quien mantenía sus manos, presionando sus oídos, mientras movía la cabeza de un lado a otro, con los ojos cerrados. Sasuke suspiró.

La chica, con el ceño fruncido miró al rubio, pero el carraspeo de Kakashi y su risa nerviosa. Le dieron a entender que en realidad si estaba ya, estresando con el sonido del chicle.
Con algo de vergüenza, sonrió. Dejando de hacer globos y masticando en silencio. Kakashi volvió a explicar la siguiente estrategia que el equipo 7 tendría. Donde, en base a entrenamiento se enfrentarian al equipo de Gai. Naruto parecía sorpresivamente ansioso por ganarle a Rock Lee. Sasuke, sin embargo, estaba pensando en derrotar a Neji, antes de que Sai decidiera hacerlo él mismo.

Cuando su rival solo era Naruto, todo parecía más simple, pero al volver se encontró con Sai. Y Sai se volvió su rival. De forma silenciosa, donde solamente él lo consideraba como tal. Porque el chico ex Anbu, se encontraba más enfocado en compartir más con los otros y en sus dibujos.

-¡Vamos a ganarles! -gritó, Naruto, alzando un puño.

Kakashi le miró seriamente.

-El primer paso para hacerlo, es no hacer ruido. Naruto. -habló el hombre.

La risita nerviosa, llamó por unos segundos la curiosidad de Sasuke. Quien se concentró en mirarlo unos momentos.

Cómo idea, para estar seguros, debían separarse y terminar rodeando al equipo. Sakura podría enfrentar a TenTen, mientras que Sai y Sasuke a Neji, y Naruto a Lee. Todo fríamente calculado, dejando pelear a Kakashi con Gai.
Hasta que el plan fue llevado a cabo. Sai y Naruto caminaban adelante, porque para Sasuke era mejor vigilar desde atrás. Aún cuando Sai tenía a dibujos vigilando desde los árboles.

Con el ceño fruncido, y sintiéndose casi como la mala pata, Sasuke vio como los otros tres integrantes de su edad desaparecían de un salto. Kakashi le miró esperando que hiciera lo mismo. Olvidando por un momento, que el Uchiha no tenía el don de la comunicación ya con los otros. El hombre mayor hizo una señal con la cabeza, así saltando las tras los árboles, cuando unas manos agarraron de los pies al Uchiha, haciéndolo casi trompesar.
El entrenamiento había comenzado.

Cuando TenTen y Sakura frenaron sus ataques, y Naruto y Rock Lee también, se pusieron a mirar el extraño levantamiento de polvo en medio del bosque. Ni siquiera era producto de sus senseis aclamádos rivales, estos incluso habían llegado a su lado, para ver qué estaba pasando.

-Creo que te gane Kakashi.

-No. En el reto pasado yo gané, así que esto es un empate. -respondió tranquilo. Observando el lugar del despliegue.

De seguro Neji junto a Sai y Sasuke estaban dando un entrenamiento realmente duro. Hasta que unos desconcertados TenTen y Lee miraron hacía el lado.

-¡¿Neji?! -exclamó el chico de pelo negro. - ¿Qué haces aquí?

-Creí que el entrenamiento había acabado, porque nadie me descubrió en mí zona de camuflaje. -respondió mirando hacía dónde todos miraban.

El resto del equipo 7 no hizo más que darse un manotazo en la cara con la palma de la mano. Había cosas como el compañerismo, que dos chicos parecían no estar entendiendo muy bien. Pensando lo peor, Sakura y Naruto corrieron en busca de su amigo Sai, porque aún nada se sabía sobre lo que pasaba por la mente de Sasuke.

Naruto comenzó a reír al llegar al lugar de los hechos. La imagen de su compañero recién reintegrado, lleno de tinta, a pesar de estar enfadado era muy gracioso de ver. Sakura también se comenzó a reír del chico, aferrando sus manos al estómago.

-Oigan no sea rían de mí. -acusó, mirándolos molestos.

-¿Por qué no? Una risa. Sobre todo una sonrisa, pueden cambiar mucho las cosas. -respondió Sai.

Justo en ese momento, la brillante sonrisa de Naruto se dejó ver, sonriendo hacía Lee que había llegado de prisa, gracias al poder de la juventud. El corazón de Sasuke se sintió cada vez más acelerado, se sentía extraño. Y de no ser por la tinta que se corrió de su cara, no habría notado que también estaba sonriendo.

No sabía desde cuándo, ni porqué, pero la sonrisa de Naruto le gustaba, en realidad era más que eso. Le encantaba, era como el sol. Brillante, cálida y hacía sentirse vivos a quienes le rodeaban.