Kakashi estaba mirando seriamente a Sasuke. Y este le miraba seriamente de vuelta, era bastante incómodo el aire que se respiraba en la humilde casita del maestro.
—Entonces. ¿Qué es lo qué haces aquí? —preguntó el hombre, mirando de nuevo al chico, distanciado por la mesita de centro.
—Ah sí. Yo tenía una pregunta para ti. Aunque pensándolo bien no tienes el aspecto de alguien que sepa de estas cosas. —murmuró para si mismo. Kakashi alzó una ceja ofendido.
—Haber niño. No me hagas repetir que soy mayor que tú y conozco muchas cosas, diferentes temas y sé llevarlos muy bien. —habló cruzándose de brazos.
—¿Cómo sabes cuándo estás enamorado? Digo, tengo ciertas dudas, que debo aclarar muy bien.
Si bueno, Kakashi sabía muchas cosas, pero leer Icha Icha no te decía en qué parte estabas enamorado. Bueno, si decía en algunos cuantos párrafos que cierta zona del cuerpo reaccionaba cuando uno se enamoraba, pero eso en realidad no tenía mucho sentido y no iba a ayudar a Sasuke. En este momento se quería tirar por la ventana, pero era su casa ni podía huir de ella.
—¿Te gusta alguien?
—Es probable. Su sonrisa me encanta. —admitió sin pena. — Siento que realmente me hipnotiza. A menos que sea alguna especie de Genjutsu y todo este tiempo he confundido cosas. —añadió algo asustado. Abriendo los ojos.
Kakashi entrecerró los ojos, parpadeando un poco después.
Había cosas en la vida que quería evitar, está conversación era una de ellas. Más si era una en la qué Sasuke parecía encontrar en él la única solución. ¿Qué seguía? ¿Él ayudandole a confesarse? Un extraño escalofrío le recorrió la espalda.Luego de tener por su cuenta toda las ideas más claras, Sasuke se marchó de la casa de su maestro. Caminando hacia la suya propia, pero unas risas, que provenían de Ichiraku le hicieron detenerse. No era necesario demasiado para saber que aquella silueta naranja pertenecía a Naruto. Y había más gente junto a él. Riendo en sincronía, claramente si la pura sonrisa de Naruto lo traía alucinando de muchas formas, era inevitable que el resto no lo notará. Aunque fuera de forma inconciente, siempre eran atraídos, casi como imanes hacía el rubio. Porque si no había sol que visualizar, había Naruto Uzumaki que mirar.
Se asustó a si mismo al notar que estaba creando sus propios dichos absurdos, antes de que pudiera seguir su camino. En su divagación personal, Sakura alcanzó a tomar uno de sus brazos, casi arrastrándolo hacía el lugar donde estaban reunidos los demás.
—¡Eh Naruto! Ya encontré a Sasuke. —sonrió la chica. Sentándose luego junto a Ino, para conversar sobre la idea que tenía la rubia sobre nuevos diseños en el vestuario.
Sonriendo, haciendo latir el corazón del Uchiha, Naruto se acercó, rodeándolo con un brazo, para que todos pudieran compartir. Así termino quedando entre medio de Shino y su «Monalisa».
Quizás al muchacho no le parecía obvia su reacción, porque tenía una expresión trabajada que simplemente solía carecer de emociones. Pero Teuchi era observador, muy observador. Así que no tardó demasiado en notar la encantadora mirada brillante que Sasuke Uchiha le lanzaba a Naruto Uzumaki, quien por quinta vez contaba la historia de la vez que olvidó su monedero y lo confundió con una rana real.Ah, que observador era el hombre, quizás porque también era amante del arte. Y el arte hacía que las personas reflejaran muchas cosas, cosas que podrían ser difíciles de explicar.
Naruto a diferencia de él, estaba demasiado concentrado en contar historias repetidas con la misma emoción, que no se daba cuenta de quienes le escuchaban con atención una y otra vez, y quienes preferían disgustar su platillo.
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MONALISA
Fanfiction"Existe una pintura que hace que no puedas apartar tu vista de ella. Tal vez por la sutil sonrisa de aquella mujer, nombrada Monalisa". CRÉDITOS POR LA PORTADA A ---Miruku