Me miro frente al espejo de la puerta de mi armario ropero, pero no termino de verme a mi misma. Es raro, siempre se lo he contado todo a James desde que lo conocí; él es como un cura cuando le digo un secreto, yo se que no se lo dirá a nadie si no quiero. En este caso quien quiero que no se entere es él. Devería de estar contenta, feliz, eufórica, alegre, como quieras llamar al sentimiento que te hace querer vomitar arco iris; pero no, estoy... neutra, mi cara es seria como si mi mente hubiera quedado en blanco y no supiera pensar, al contrario de todo eso mi mente piensa demasiado.
Escucho como alguien toca el timbre de la casa y a los pocos segundos escucho a mi madre nombrar mi nombre para aclamar que alguien me busca, supongo que es James. ¿Quién más si no? Grito un ''Ya voy'' y me doy una última mirada en el espejo. Voy con una camisa larga blanca, ni muy ancha ni muy ajustada, unos leggins negros y de calzado unos tenis bicolor (negros y blancos); yo no soy de las que se ponen deportivas que están de ''moda'', lo veo una estupidez porque la gente que se compra cosas de ''moda'' solo lo hace porque le han metido anuncios y anuncios en la cabeza.
Giró sobre mis pies en una media vuelta, dirijo mis pies a la puerta de mi habitación y la abro. Voy bajando las escaleras y me doy cuenta de que mi madre tiene una cámara de fotos. No - me - lo - puedo - creer.
-Mami.- Llamo su atención, ella gira en mi dirección.
-Dime, hija.-Responde sonriente.
-No quiero fotos, ¿de acuerdo? -Levanto las cejas y la señalo con el dedo ya al lado de James después de haber bajado las escaleras.
-Oh, no, ya sé que no te gustan las fotos. Le estaba enseñando a James las fotos de tu sexto cumpleaños.-Sigue con su sonrisa. Yo me quedo pensativa, ¿por qué el sexto...?
-No, mamá,¿no será ese cumpleaños en el que se me cayó la tarta en el disfraz de princesa que llevaba? -Cierro los ojos y rezo porque no sea ese.
-Si es ese,¡mira que mona que estabas! -Intenta enseñarme una de las fotos, yo me niego y el que termina viéndolas con entusiasmo es James, mi pareja con la llevo tres años esta viendo fotos mías donde salgo disfrazada de princesa y manchada de tarta de chocolate. Esto es perfecto.
-Ya, James, vámonos.-Lo cojo del brazo y tiro de él para que salgamos de mi casa ya, pero hace fuerza contra mí y ni se mueve un poco.- ¡Vamos!-Exijo cómo si fuera una niña pequeña que ha cogido un berrinche. James se ríe, se gira hacia mi y me coge de la barbilla mirándome a los ojos.
-Eres realmente adorable.-Y me da un corto beso en los labios.
-¿Nos vamos ya, por favor?-Cuestiono con cansancio en la voz.
-¿Por qué tanta prisa, Ana?-Pregunta James con voz divertida.
-Porque sí, ya está ¡Vamos!
-Vale, vale.-Pone los ojos en blanco.-Hasta luego, Beatrice.-Se dirige a mi madre con una sonrisa cordial y me da la mano para dirigirme al coche.
Ya dentro del coche, me pregunto el porqué de la relación tan buena entre mi madre y James. Supongo que siempre se han caido bien pero no sé... Las suegras suelen caer mal, ¿no? O eso hacen creer en las novelas y series de la televisión. No, si ya decía yo que ahí hay demasiadas mentiras.
-James.-Lo llamo.
-¿Sí?-Responde sin apartar la vista de la carretera.
-¿Mi madre te ha enseñado alguna otra foto que no se de ese cumpleaños?-Pregunto mirándolo.
-Puede.-En su rostro se forma una gran sonrisa y yo sé que se está conteniendo una carcajada.
-¿Y ese puede significa...?- Alzo las cejas inquisitiva.
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/EN PAUSA/ Un amigo del pasado~Niall Horan
Teen FictionTodo iba perfecto: tenía un novio que me quería y yo a él, un buen historial estudiantil y, sobre todo, nadie del pasado me perseguía.