¡REGALOS! 2

KIKIO

Anime: inuyasha

Observo a la pequeña mujer de cabellera negra caminar alrededor del campamento mientras hacia la cena. Ella realmente había pensado que será odiada o despreciada al haberse integrado al grupo de Inuyasha, pero fue una gran sorpresa cuando kagome la acepto rápidamente, ni siquiera la miro mal alguna vez

Su corazón se puso cálido. Había maltratado, molestado y despreciado a kagome durante mucho tiempo, pero recientemente se había dado cuenta de la hermosa persona que era. Tenía un corazón tan cálido y un alma tan pura que no podría odiarla. Ni siquiera sabía porque las comparaban

Kagome tenia un bello cabello nebro y unos grandes ojos azules muy expresivos, incluso era un poco más pequeña que ella. kagome era tan cálida que su cuerpo entero le dolía por querer tocarla o abrazarla. Era tan buena que incluso le regalo una parte de su alma para que no tuviera que buscar más almas

No quería admitirlo, pero se estaba enamorando de esa mujer de corazón puro, lentamente estaba olvidándose de Inuyasha, su corazón estaba anhelando la calidez de kagome.

"¡kikio, mira!" Vio a kagome correr hasta ella con expresión alegre mientras se sentaba. Sintió como su cara se ponía ligeramente caliente cuando kagome repentinamente tomo sus manos entre las suyas "logre convocar un poco mi reiki"

Lentamente sintió como el reiki de kagome se levantaba y se acercaba al suyo animándolo a jugar. Las emociones de kagome se combinaban con su poder, así que no estaba sorprendida su actitud juguetona

"bien hecho kagome"

Le hablo con voz ligeramente perdida, en ese momento estaba mas concentrada en sus manos unidas y el calor de su poder contra el suyo. Todo era demasiado intimo y cálido, como para ser verdad

"¿estas bien?" la voz preocupada de kagome la saco de sus pensamientos "parece que tienes fiebre"

Sonrojándose aún más negó con la cabeza suavemente

"estoy bien, debe de ser el sol"

Kagome la miro un poco preocupada mientras asentía

"si te sientes mal dime, yo cuidare de ti"

Le dijo suavemente mientras apretaba su agarre sobre sus manos. Kikio miro sus manos unidas un momento antes de que un pensamiento llegara a su mente. Si fingía estar enferma, ¿ella la cuidaría? Era muy tentador