TOMIOKA

2.2K 208 5
                                    

Anime: kimetsu no yaiba

Camino con cansancio, pero con una gran sonrisa en su rostro. Puso una mano sobre su gran vientre y se detuvo en sus pasos mientras cerraba los ojos dejando que los rayos del sol tocaran su rostro. estaba gozando cada segundo de su libertad antes de que giyuu la encontrara. Sabía que en cuanto notara que no estaba en la cama la arrastraría devuelta

Abriendo los ojos se sentó en el suelo con algo de dificultad, tener un gran estomago era bastante agotador. Una vez que estaba en el suelo se recostó en el suave pasto mirando las nubes pasar con lentitud antes de que su vista fuera bloqueada por el rostro de giyuu. Parpadeando le dio una sonrisa nerviosa, haciendo que el alzara una ceja

"¿Qué haces aquí afuera kagome?"

Dándole una gran sonrisa orgullosa no pudo evitar hablar divertida

"vine a tomar algo de sol"

Tomioka alzo ambas cejas antes de hablar irritado

"¿a casi un kilómetro de la casa?"

Apartando la vista de el hablo con timidez y nerviosismo

"también quería caminar, siempre estoy encerrada en casa y no me dejas salir"

Viendo la mirada triste de kagome su expresión molesta se relajó y suspiro agotado

"vamos a casa kagome"

Ella negó con la cabeza y alzo una mano al aire en dirección de tomioka

"no puedo levantarme" lo miro divertida "camine demasiado y me canse" cuando el tomo su mano ella tiro ligeramente de el "descansemos un momento y luego regresamos a casa"

Sin poder negarle nada a su esposa acepto su propuesta. Se quito su yukata de colores diferentes y la puso sobre ella como una manta antes de recostarse a su lado

"ya no debes salir así kagome, el bebe no tardara en salir" la miro preocupado "es mejor si te quedas en casa, donde pueda verte"

Kagome acaricio su vientre mientras asentía. Tomioka era el mas preocupado de los dos respecto al nacimiento de su primer bebe

"bien, a partir de mañana no me iré de la casa, me quedare donde puedas verme"

Tomioka asintió sintiéndose increíblemente aliviado. Kagome podía ser demasiado libre y energética, pero siempre cumplía sus promesas. Suspirando giro su rostro para verla y sonrio al ver que se había quedado dormida. La dejaría dormir unas horas, aun faltaba mucho para que anocheciera

¡REGALOS! 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora