Amor Caníbal

Carne

Midoriya disfrutaba de su soledad, la casa que compartía junto a su esposa jamas estuvo tan callada, pero el hecho de estar solo hacia que su apetito por la carne humana regresara, y no de una manera gradual, en ocasiones, era tan difícil controlarlo, que olvidaba que había hecho una promesa: Por el amor a Ochako, nunca volvería a probar carne humana, en meses anteriores, esa promesa seria sencilla, ahora, no sabia si siquiera podría recordarla.

Decidió ir a un bar, aquel en el que conoció al que ahora era su mejor amigo, tomó asiento en la barra, creyó ver una cabellera conocida, se acercó para ver si realmente era quien Midoriya creía que era, conforme se acercaba, pudo comprobar que efectivamente se trataba de Reiko Yanagi, una amiga de la facultad, se acercó a saludarla, pero dudaba que siquiera lo recordara, en cuanto se dio la media vuelta la dulce voz de la fémina lo detuvo en seco

-¿Midoriya?
-Hola Yanagi, ¿Como te va?
-Ya sabia que eras tu, me va muy bien, estoy comprometida y en unos días me caso, ¿Tu que cuentas? Se rumora que eras un caníbal
-No te mentiré, si, solía comer enfermos mentales mientras asistía a sus hogares, nadie era muy importante, pero mi esposa y mi hijo me curaron de ese padecimiento
-E-eso suena aterrador, momento, ¿T-tu esposa y tu hijo?
-Correcto, pero discutamos eso mas tarde, vengo a tomar unos tragos, ¿Tu que haces aquí?
-Digamos que estoy buscando a mi prometido, ha estado viniendo mucho al bar
-Suena sospechoso, pero yo no soy nadie para juzgar
-Jeje, así es, pero ahora que estas aquí, me tientas a embriagarme
-Oye, no te estoy forzando a nada, si quieres buscamos a tu prometido
-Eso seria genial, gracias Midoriya
-Un placer

Así, buscaron en el pequeño bar a la pareja de Yanagi (la cual nunca apareció), sin embargo, eso dejo de tener importancia en el momento que volvieron a verse, dos amigos de la facultad recuperaron el tiempo perdido, pero las cosas no pueden ser tan increíbles, luego de dos horas de infructuosa búsqueda, Midoriya invitó a Yanagi a su casa, esta última aceptó gustosa, a pesar de no haber tomado una gota de alcohol ellos estaban muy felices, en cuanto cruzaron la puerta de la enorme casa, Yanagi se lanzó a los labios del peliverde, este, asustado momentáneamente, decidió seguirle la corriente, en cuanto se separaron, Midoriya artículo una simple pregunta

-¿Eso porque fue?
-Siempre estuve enamorada de ti Midoriya, tus dulces maneras de expresarte, tu elegante vestir, en síntesis: todo lo que eres
-Me siento alagado, pero eso me hace preguntarme: ¿Existio tu prometido siquiera?
-Okey, me atrapaste, quería darte celos, pero veo que falle, en su lugar, tu me causaste celos a mi, tu esposa debe ser muy afortunada
-No tienes idea
-¿Donde está ahora?
-Con sus padres, tal parece no soy suficiente para ella
-Bueno, eres mucho mas de lo que yo merezco, si te hace sentir mejor, eres perfecto para mi
-En efecto, eso me hizo sentir mejor

Estas ultimas palabras hicieron que el corazón de la dama latiera de manera veloz, aumentando la intensidad del beso, cuando, estaban en el punto donde creían estar en el paraíso, la puerta se abrió, dejando ver a un rubio cenizo evidentemente sorprendido

-¿¡Que diablos sucede aquí!?