Cena para dos

165 18 3
                                    

Izuku miraba algo confuso a Bakugo, quien a su vez lo miraba como si con sus ojos pudiera disparar, la ira era evidente, Yanagi los miraba confundida, Bakugo le dio a entender que se fuera de allí, tomó su bolso y se dispuso a salir, pero Midoriya se lo impidió

-Yanagi, puedes quedarte si quieres, si te dispones a salir ¿Puedes volver en 20 minutos?
-P-por supuesto que si Midoriya, nos vemos- acto seguido salió de la casa de su ¿Amante?
-¿Que diablos estás pensando idiota?
-Muchas cosas, en este momento hay cosas que pasan por mi cabeza
-Eres un puto malnacido, ¿Como te atreves a hacer algo así teniendo un hijo?
-Por lo visto, Ochako no te dijo como está la situación entre ella y yo, dejame ilustrarte, el padre de Ochako me amenazó con asesinarme si no firmaba el acta de divorcio, no soy egoísta, no temo morir, temo que mi hijo crea que no lo amo, así que firmé, creo que eso no le gustó mucho a Ochako
-Estas enfermo Izuku, debiste decirme antes, pudimos evitar eso, es un asunto legal, nos corresponde a los agentes de la ley, vamos a casa de ese cabrón
-No Katsuki, temo por la seguridad de ambos, ese hombre esta demente, además, dudó que Ochako quiera verme
-¿Tu eres estúpido verdad?, me hartas de veras, voy a ir a arrestar a ese bastardo, llamaré a Kirishima, espera aquí

El irascible rubio cenizo empezó a marcar a su compañero/amigo, mientras salía a su automóvil, pero antes de poder cruzar la puerta, el seco sonido de la carga de un arma, volteó lentamente y vio a Izuku apuntándole firmemente, tenia un silenciador en la punta

-Izuku, ¿Que mierda haces?
-Evito que cometas una estupidez
-Izuku, por favor relajate
-Estoy relajado Katsuki, pero creo que tu no, de veras lo siento, nada personal, en serio me agradabas, pero hay cosas que no comprendes, perdón

Katsuki trató de replicar a su comentario, pero Izuku le disparó tres veces, todas en el tórax, el sonido de un cuerpo pesado se logró apreciar por toda la casa, Izuku arrastró el cadáver de nuevo a la casa, lo llevó a la cocina y comenzó con su labor de “carnicero”

8 minutos después...

El auto de Bakugo ya no estaba frente a la casa de Midoriya, en su lugar, un taxi se estacionó, bajó a su pasajero y desapareció en la oscuridad de la noche, mientras la pasajero caminaba al pórtico de su amado, tocó la puerta y esperó, no pasó ni un minuto y ya estaba adentro, besando apasionadamente al peliverde que ahí vivía, luego de 5 minutos de intensos besos se dispusieron a cenar un fino corte

Amor CaníbalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora