— ¿Puedo entrar? — Pregunto Taehyung asomando su cabeza por el lateral de la puerta
— Si claro — Le sonrió Miranda acomodando unos cuántos libros que llevaba en las manos en las grandes estanterías—. Ya sabrás por que pedí que vinieras
— Ni la más mínima idea — Respondió sincero
Taehyung se preparó para lo que Miranda debía decir, estaba nervioso él no podía negarlo, desde que Jimin su mejor amigo ángel le había comentado que Miranda debía hablar con el sobre un tema, la ansiedad se hizo presente en el
— Sabrás que muchos ángeles han pasado a ser guardianes del joven Jeon Jungkook — Miranda fue directa al punto, Taehyung asintió, muchos de sus amigos y no amigos hablaban de que Jungkook no era un joven a quien manejar fácilmente, ni ser su ángel guardián podría salir bien, se metía en problemas cuando se le daba la oportunidad y estas se presentaban siempre, ya que el chico decían era muy rebelde un cincuenta por ciento y el otro cincuenta lo completaba su hobbie raro, la fotografía — Tu eres el elegido para cuidar de Jungkook y tu misión será que el chico se porte bien de ahora en adelante — Dijo tranquilamente — Por último hacer que el chico se enamore de una chica y así controlarlo — En principio Taehyung no le parecía raro el hecho de hacer que el chico malo se enamore de una chica, típico cliché de todos los tiempos pero ¿Por qué se empeñaba tanto en que fuera una "chica"?
— Pero... — Musito — No sé si podré hacerlo — El peligris sabía que había cosas peores, pero en el mundo del cielo y los ángeles no había algo peor que Jeon Jungkook — ¿Entonces podrá verme? — Pregunto Taehyung a Miranda ya nervioso
— Mantente alejado si es necesario — Eso no le respondía nada a su pregunta — Podrás manejar a Jungkook una vez que puedas entrar a su mente — Le dio una sonrisa — Y sabemos que tú eres bueno en eso —. Era un elogio el hecho de que la Dama de ángeles le digiera aquellas palabras, pero para ser sinceros aunque Taehyung era bueno en su trabajo, no se sentía tan confiado con Jeon Jungkook, una pisca de inseguridad le travesó por toda su columna
— ¿Y si no puedo completar mi misión? — Taehyung comenzaba a preocuparse más de lo normal, todos sabían que él era como el ángel perfecto, ya que desde pequeño sus misiones habían sido todo un éxito, no quería que hasta ahora todo lo que había logrado se fuera completamente abajo por culpa del chico del que hablaban
— El destino está de tu lado, te lo aseguró — Miranda tomó la mano del joven reconfortando y dándole confianza en sí mismo, por un momento toco la pequeña flecha que se encontraba en su cuello, la cual daba una luz tenue de color blanco cuando era llamado del cielo o simplemente cuando era feliz, cada ángel guardián tenía una flecha la cual era para reconocerlos, ya que también tenían dones, los cuales se les otorgaba desde su nacimiento, el peligris sintió una extraña sensación ante el toque, pero no le tomo importancia.
— De acuerdo — Soltó un suspiro y se dirigió a la salida
— Una cosa más — Llamó Miranda antes de que Taehyung cruzara aquella puerta, el la miro atento esperando sus palabras pero al parecer nunca llegaron, se había quedado en completo silencio, comenzaba a mirarla algo extraño —. Entonces sin más que decir, mucha suerte
— ¿Crees que puedas hacerlo? — Mencionó Jimin un poco nervioso, al parecer él lo estaba igual que Taehyung
— Miranda me dio confianza creo — Le dedico una medio sonrisa
— Mucha suerte Tae — Se escucho decir de Seokjin sin quitarle la vista a el libro de la persona que el cuidaba en ese momento
Cada que ellos eran ángeles guardianes de alguien, podían leer lo que era un libro lleno de acontecimientos, cada día se escribían pequeñas letras de lo que las personas pensaban, el cómo se desarrollaba su día a día e incluso sus estados de ánimos, algo así como un diario y eso hacía la tarea de ellos mucho más fácil
— ¿Por cierto tendrás el libro de Jungkook? — Jimin lo miro atento esperando la respuesta de su amigo
Taehyung se escogí de hombros realmente no sabía, ahora que lo pensaba Miranda no había mencionado nada sobre eso.