Satoru Yuu •|•BNHA•|•

CAPITULO 02

~Kacchan, aquí presente~

Yo adoro cocinar, aunque no es de mis mejores dones. Pero, en este momento sentía un ligero rencor a la cocina.

Miré con seriedad aquel mandil floreado que tomé prestado: un pato estaba en el centro, realizando lo que parecía era un guiño —parecia cara de terror para mi— y lo demás de típico color blanco.

Odio los patos.

Actualmente estoy en la cafetería de la Academia, pero, no como quien degustara de la deliciosa comida. Sino, como la persona que atiende los pedidos de comida y les sirve.

—Siguiente... —. mencioné con desgano.

Después de la dichosa intervención de Aisawa- sensei en la pelea contra Bakugo
— ambos fuimos atrapados por las cintas de nuestro querido sensei— y nos llevó donde el director Nezu.

Aquel animalito tierno, ¡cómo disfruto el momento!

Su risa malvada y su mirada oscura no eran de las más agraciadas.

—Suicida, ¡no te quedes mirando la comida! —. me regaño Bakugo mientras servía comida a regañadientes a algunos estudiantes.

Ayudaran en la cocina, dijo el director Nezu cuando estuvimos al frente de él.

Oh Dios, su despacho si que le ayudaba a tener una figura importante a pesar de su rostro que parecía repartir cariño.

Nos explicó el castigo, duraría dos semanas.

Quisimos replicar por ese castigo tan injusto, aun no habíamos hecho un desastre. Pero, Aisawa- sensei nos mandó una mirada mordaz.

¡Es tan cariñoso!

—Yuu... Da...dame ra...ramen, por favor—. observé a Denki, tenía las manos en la boca aguantando la risa.

Todo su rostro describía que mi padecimiento en la cocina le daba gracia.

Le mostré mi dedo medio en respuesta.

—Hermano... no... No me malentiendas —. juntó sus manos como si pidiera disculpas y disque mirada inocente.

"No me malentiendas" repetí en mi mente con su voz chillona, ¡jodete, Denki!

—Serás gilipollas —.le contesté mientras le servía su comida. Le serví poco apropósito.

Él sonrió de manera nerviosa y se alejó lentamente. Había levantado un tenedor con lentitud y decidí sonreír de manera traviesa.

Parece que lo asuste.

Crack

Volteé de donde venía el sonido.
Bakugo estaba en la mesa donde estaban los ingredientes de cocina.

Cortaba una lechuga, ¡que elegancia para cortar!

Parecía un cortador profesional, sentí envidia. Yo me corté el dedo la semana pasada cortando una maldita papa.

—¡Qué miras, extra! —.me fulminó con la mirada.

Seguro que me vio viéndolo cortar su lechuga.

Considero a Bakugo mi mayor enemigo, no solo por nuestros ideales sino también porque ciertamente se a esforzado mucho.

Y pareciera que mucho también en la cocina ¡Quién te mira mientras corta una lechuga!

Estoy esperando que se corte el dedo.

•|•

Terminé satisfactoriamente mi primer día de castigo.