Satoru Yuu •|•BNHA•|•

CAPITULO 04

~Satoru disfrazado de pato~
Hecho por yukira_ashido

El cordero colocó a la vista mis guantes— me los había traído de donde los dejé botados— , miré con emoción estos. ¡Gracias, porque no tenía dinero para comprar otros!

—Supongo que gracias… —. le dije al peliverde con desconfianza.

Estábamos en un parque lleno de pétalos de cerezos, era primavera y el vivo color de los pétalos al volar era como una danza de pequeños ciervos corriendo.

No pude evitar sonreír.

Volví mi vista hacia el Cordero— ambos estábamos sentados en una banca— , estaba callado y se le notaba nervioso.

Entiendo que seguro por agradecimiento por la ayuda me estaba devolviendo mis guantes, pero, ¿por qué no se va ya?

—Y… — me atreví a hablar con mi rostro serio— ¿Ya te vas?

Me miró confundido mientras podía ver sus nudillos en blanco. ¿O será que me quiere golpear?

—¡Gracias! —. gritó mientras se levantaba de manera torpe.

Se colocó enfrente de mí y se dedicó a darme muchas reverencias de agradecimiento.

Entendí entonces la situación.

—¡No fue nada…! —. dije contento mientras me ruborizada un poquito y con mi mano le restaba importancia.

¡Era la primera vez que alguien me daba las gracias! Que emocionado estoy.

—Es la primera vez … que alguien me ayuda... — gimoteó mientras me observaba con alegría y ternura— ¡eres una persona genial!

¡Mis ojos! ¡Me quemo!!Nadie me dijo que la ternura mata!¡Cordero del mal!

Lo fulminé con la mirada, casi me mata de tanta dulzura. Este chilló por la mirada.

Decidí sacar de mi bolsillo una cajetilla de cigarrillos, debía aprovechar que estaba en el parque.

—¿Qué es eso?—. preguntó con curiosidad.

—Cigarrillos… —. respondí perezosamente mientras encendía uno de ellos.

Este miró alarmado aquel objeto que tenía en mis manos, yo reí ante su reacción mientras dirigía aquel cigarrillo a mi boca.

¡Zas!

Lo miré con lo boca abierta mientras el peliverde imitaba mi acción.

¡Me pegó en la mano donde estaba el cigarrillo! Me levanté con enfado.

—¡Oye imbécil, qué te pasa! —. grité mientras lo cogía del cuello de su camisa elevándolo un poco.

¡Cómo se atrevía!

Me miró con su rostro aterrado mientras pequeñas lágrimas amenazaban salir de su rostro.

—¡Per… Perdón! —gritó desesperado— ¡Fue un acto reflejo!

¿Reflejo? ¡Pues déjame decirte que era el último cigarrillo que me quedaba!

—Te abre ayudado hace momentos, pero, nadie se me… — no terminé de hablar pues sentí que alguien me había dado un coscorrón— ¡Pero… quién!