Volveré por ti.

23K 1.4K 850
                                    

-¿Qué haces aquí? –Me pregunto sorprendido mientras salía de su casa.

La verdad ni yo sabía que hacia aquí. Pensé que luego de acostarme con él mi obsesión desaparecería pero en lugar de eso, lo único que quería era volver a verlo.

-Sube –Ordene desde el auto.

Él frunció el ceño pero aun así me hizo caso, abrió la puerta del co-piloto y su perfume  inundo el ambiente.

-Pensé que después de lo que paso no volverías a hablarme –Menciono divertido.

Creí que estaría furioso conmigo, ya que le martes cuando desperté me escape por la ventana sin esperar a que despertara, falte a clases y no lo llame en todo el día.

-Al menos podrías saludarme correctamente –Le dije más calmado y me acerque a sus labios para besarlo, lo sentí sonreír contra mis labios mientras sus manos pasaban a mi cuello.

-Hola –Dijo divertido al separarnos.

Este chico de verdad me confunde, más con sus cambios de humor, es tan... Bipolar. Arranque el auto y nos marchamos al instituto. Lo observe de reojo varias veces solo para asegurarme que ese mal nacido no lo hubiera tocado, pero a simple vista no poseía ningún golpe. Estacione el auto y Guillermo se bajó casi corriendo, termine de aparcar el auto y me baje tras de él.

-¿Qué te ocurre? –Le pregunte sujetándolo del brazo.

-No quiero que Alex nos vea y piense mal –Murmuro soltándose de mi agarre.

-Hablaré con él –

-Bien, porque tu hiciste este lio, tu resuélvelo –Dijo enojado picando mi pecho con su dedo índice.

Dio media vuelta y su cabello desprendió un aroma a canela que se impregno en mi nariz y lo vi desaparecer por la entrada del instituto. Como dije, él pelinegro iba a terminar volviéndome loco con sus cambios de humor.

-Alex –Lo llame a la salida.

Guillermo ya se había ido y el corredor escolar estaba casi vacío.

-Samuel –Murmuró con voz sensual mientras se acercaba a mí -¿Quieres arreglar la cita para otro día? –

-No –Vi su sonrisa desaparecer y frunció el ceño –Estoy saliendo con alguien –

-¿Con quién? –Chillo histérico.

Claro que no le diría que era su mejor amigo. La verdad nunca quise jugar con los dos, sólo creí que Guillermo se pondría celoso si le daba cabida a su mejor amigo cosa que no ocurrió.

-Eso no es de tu incumbencia –

-¡Tú no me puedes dejar! –Gritó, retumbando su chillona voz por todo el pasillo.

-Tú y yo nunca fuimos nada, así que técnicamente no te estoy dejando –

-Nos besamos e íbamos a salir –

-Corrección –Lo interrumpí –Tú me besaste, porque estabas ebrio y luego te quedaste dormido y no salimos –

-Pero Samuel –Chillo golpeando la pared con el puño –Sólo dime quien es –

-Pronto lo sabrás –Murmure alejándome de él.

.

.

-¿Y qué te dijo? –Me bombardeo Guillermo en cuanto ingrese al auto.

Le había dado las llaves para que me esperara allí.

Mariposas -WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora