Mariposas -Wigetta

Entre tus alas.

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...Si amas a alguien ¿Por qué dejarlo libre?...

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-¿Y si pudieras irte a donde fuera? ¿A dónde irías? –

-No lo sé –

-Anda, Samuel. Dime –Chilló formando un bonito puchero en sus labios.

Suspire y pase mi brazo por su espalda acercándolo más a mí.

-¿Tú a donde irías? –Susurre acariciando su espalda desnuda con mis dedos.

Él apoyo su cabeza en mi pecho y cerró los ojos mientras pasaba su dedo índice por  sobre mi pecho, observe e blanco techo de mi habitación y sentí como poco a poco el cuerpo de pelinegro se relajaba y su respiración se hacía más constante.

-A Londres- Susurro con voz adormilada.

-¿Por qué? –Pregunte frunciendo el ceño.

-Por Peter Pan –

-¿Peter Pan? –Murmuré confundido y él lanzo una risita baja.

Se acomodó mejor sobre mi cuerpo pero aun así no abrió los ojos, las cobijas se bajaron dejando a la vista su espalda, tome las mantas con mis manos y lo arrope para que no tuviera frio.

-Porque él nunca crece, es un niño para siempre –Explico como si hablaba con un pequeño niño.

-¿Y eso qué? –

-No lo sé –Contesto- Sólo... Sólo hubiera querido quedarme pequeño para siempre... Ya sabes... Cuando no entendía el llanto de mi papi, cuando no entendía porque era tan torpe y se golpeaba tanto –Murmuró bajando el tono de voz hasta ser un simple susurro.

-Así qué... -Suspiré –Londres ¿Eh? –

-Londres –

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Suspiré una vez más sentando en las escaleras de madera de la entrada de Guillermo. Había recorrido la casa como tres veces y no había ni rastro de él, ni de su ropa.

Guillermo se había ido y no tenía idea de adonde.

Él no tenía familiares, sólo su padre. Estaba solo.

-¿A dónde te metiste? –

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-¿Mariposas? –

-Sí, mariposas –

-¿Por qué mariposas? –

-Porque pueden volar –Comento extendiendo los brazos y cerrando los ojos.

Apoyo los pies en el suelo y empujo con fuerza meciendo el columpio donde estaba sentado, abrió los ojos como si volara y el viento golpeo su rostro llevando su cabello hacia atrás.

-¿Por qué me miras así? –Me preguntó con una sonrisa de lado deteniendo el columpio y levantándose de este.

-¿Así cómo? Bobo –