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Niall condujo por las calles de los Ángeles lo que restaba de la noche, llegó a su cómodo hogar y saludó sonriendo de oreja a oreja a dos vecinos que justo pasaban por allí.
La emoción lo embriaga de tramo a tramo, se tocó tres veces la mejilla incrédulo que Audrey había dejado sus suaves labios plantados allí. Pensó en el tiempo que pasaron juntos y en su próximo posible encuentro, deseaba hacerlo cuanto antes, el hombre de las fotos no podía llevarle la delantera.
Se sintió acomplejado cuando detalló al hombre de la fotos con mas determinación, se cuestionó si Audrey llegaría a fijarse en alguien como él, alguien con poco atractivo y cero lado sexy. Quizás ella aceptó su invitación por el simple hecho de ser famoso, estaba erróneamente seguro que si no tuviera toda la popularidad que tiene en estos momentos ella nunca hubiese aceptado su invitación.
Mientras Niall batallaba entre sus inseguridades y dudas, Audrey batallaba entre la vida y la muerte con una madre y su hijo. Después de su linda cita con el cantante la llamaron justo cuando sus ojos estaban a punto de cerrarse, la mujer había tenido complicaciones durante el proceso de parto y el niño no tenía signo vitales, ella junto a otros médicos lucharon para que madre e hijo pudieran sobrevivir, después de horas de inmenso estrés ambos estaban fuera de peligro, Audrey estaba exhausta y sentía que su cabeza iba a estallar, su cuerpo le dolía como si le hubiesen pasado un camión encima y lo único que deseaba era descansar.
-Excelente trabajo Dra. Audrey- Una vez más el director de la clínica la felicita al igual que los demás médicos que la acompañaban, ellos también estaban agotados y no podía creer que hubiesen tanto partos en una noche.
-Gracias- Dijo ella forzando una sonrisa.
-Tómese el día libre si quiere, creo que usted ha hecho bastante por hoy- La noticia no pudo contentarla, sintió que le habían quitado un gran peso de encima.
Iban ser las seis de la mañana y su trabajo comienza a partir de las ocho, le avisó a su secretaria que no iría a trabajar y le agradecía que esa información se la pasara a sus pacientes quienes tenia cita para hoy.
Audrey llegó a casa, no tuvo fuerzas para pensar en comer, arrastró sus pesados pies hasta su su habitación y se tumbo sobre su cama tal como venia del trabajo.
-Ay noo.
Sus lentes y su aparato médico, estetoscopio estaban ambos estropeados. Sin querer los rompió los aplasto al quedarse profundamente dormida, estos debían ser reemplazados inmediatamente porque son fundamentales para su vida. Dijo unas cuantas palabrotas en español al intentar repararlos.
No le dio vueltas al asunto y los dejo sobre su mesita de noche, esta tarde iría al centro comercial a comprar unos nuevos, no quedaba otra opción además, hoy era su día libre y tenia que aprovecharlo lo mas que pudiese, así que volvió a echarse sobre la cama y concilio el sueño rápidamente.
-¿Y dónde la vas llevar a tu próxima cita?- Preguntó el castaño ojos verdes quien se encontraba muy feliz , aunque su amigo no tenía el mismo criterio- ¿Qué tienes?
El cantante suspiró
-¿Y si no le gusto?- Harry sacude la cabeza aturdido.
-¿Por qué dices eso?
-Mira a este tipo- Le muestra la foto y el castaño queda boquiabierto. - ¿Qué te parece?
-¿Te estas burlando de mí?
-Por supuesto que no solo quiero que me digas ¿Qué tal lo ves?- Harry hundió los labios y analizo la imagen, tamborileo sus dedos sobre su mentón y levantó la vista hacia su mejor amigo- ¿Qué opinas?
-No está mal - Niall hace una mueca de disgusto- ¿Qué pasa con él?
-Yo no creo que tenga posibilidades con ella, solo míralo es un magnate y yo...
-Y tú también- Niall hace una mueca incrédula- Por favor amigo no te acomplejes por una cara bonita a lo mejor ella ni le gusta, no te desanimes ya diste el primer paso no te eches para atrás.- Suplicó Harry al notar el pesimismo de su ex-compañero de la banda- La chica ya aceptó la primera cita si ella tuviera algún interés hacia él estoy seguro que jamás aceptado.
-¿A pesar de quién soy?
-Si- Dijo Harry seguro- Y esta excelente el paseo de los Ángeles, me gusta.
-¿Tú crees?
-Si- Dijo con firmeza y el oji azul sonrió de oreja a oreja, sus mejillas se tornaron roja y su corazón no dejaba de latir frenéticamente. -Esta genial.
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