¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Los chicos ayudaron a terminar de pintar y arreglar el consultorio de Audrey, ella estaba más emocionada como nunca antes, finalmente lo habían terminado y todo gracias a la ayuda de sus amigos. Estaba muy emocionada en darles la sorpresa a sus padres, ellos tenían idea que ella estaba construyendo su propio consultorio, desde que comenzó a trabajar ese había sido su meta y no les había mencionado nada solo para sorprenderlos.
La joven médico estrenaría su consultorio después de las vacaciones de diciembre, platico con el director de la clínica acerca de su decisión y este no tuvo ningún inconveniente que ella tomara el turno de la mañana, la felicitó e incluso le organizó una pequeña celebración en su oficina junto con sus colegas y enfermeros por su gran logro.
Cuando ella estacionó su auto frente a la pequeña construcción sintió un cosquilleo en el estómago, miró a sus padres quién tenía los ojos vendados. Finalmente el día llegó, todavía no se lo podía creer. Mordió su labio inferior leyendo aquel anuncio con su nombre, su madre estaba tarareando la canción que escuchaba en la radio.
-¿Por qué me quitaste a Camilo sesto?- Protestó en Portugués cuando dejo oír su canción favorita del artista Español.
-P-porque ya llegamos- Contestó titubeando nerviosa.
La chica les pidió a ambos que se sacaran las vendas que ella les había impuesto, confundidos sin saber por que los había traído a esta parte de la ciudad, Audrey les pide amablemente que se bajen del auto.
-¿Que hacemos aquí cariño?-Preguntó el padre confundido mirando alrededor, conocía la calle solo que no se explicaba porque razón estaban allí. Audrey se detuvo justo en frente de su consultorio, extendió los brazos y gritó con emoción.
-Sorpresa-Ambos llevaron la mirada hacia arriba y leyeron al mismo tiempo lo que decía el letrero.
-¿Es-es tu consultorio mi amor?- Preguntaron los dos abismados, no se esperaban algo así- Y cuándo fue que tu..
-Desde que comencé a trabajar- Confesó orgullosa viendo sus rostros impresionados. - Lo hice en silencio para darles esta sorpresa - Expresa con emoción y los invita a pasar, quería que vieran cada rincón.
-Esta precioso- Expresó su madre analizando con detalle.
-Y aquí voy a dar las consultas- Dijo abriendo la puerta que conduce a su oficina.
-Parece un cuarto de ejecuciones- Comenta con humor su padre- Esta increíble mi amor, Felicidades.
-Gracias papá.
-¿Y vas a seguir en la clínica?
Ella asintió
-En las mañanas voy a la clínica y en las tardes estaré trabajando aquí, tres días a la semana.
-Me parece muy bien- Dice con aceptación su madre- ¿Y cuándo lo vas a estrenar?
-Después de las vacaciones- Ellos asintieron mutuamente.
