Ειρήνη;

5 3 0
                                    

Hasta ahora todo iba a la perfección, había logrado llegar a la carretera en la cual unos chicos de no más de veintidós años se ofrecieron a llevarme en su auto, eran en total tres universitarios, según lo que me contaron, iban de paseo a visitar a unos amigos de su ciudad natal, de mi parte solo dije que iba a visitar a un familiar que hace tiempo no veía y ellos parecían conformes con esa respuesta, lo que me pareció extraño, pero a la vez me quito el peso de inventar una mentira más elaborada, la cual podría llegar a no ser muy creíble si cometo algún error, pude actuar con más naturalidad al acostumbrarme a su actitud que era bastante relajada y algo confianzuda, fueron unas cinco horas de viaje en las cuales pude relajarme y olvidar todo lo que había vivido hasta antes de subir a ese auto, pero aun así no me atreví a dormir, aun con lo mucho que lo necesitaba, pues temía que esa paz se acabara por culpa de una pesadilla.
Una vez llegamos a nuestro destino, me baje en el primer parque que divise, ellos se ofrecieron a dejarme directamente, pero les dije que no sería necesario, pues ya me había puesto de acuerdo con juntarme con alguien en ese lugar y así terminamos separándonos para ir cada quien por su lado, tal vez... Podria volverlos a ver en algún futuro, fue lo que pensé mientras los veía alejarse.

Como no tenía un lugar al que ir, fui a darme unas vueltas por la ciudad, no había viajado tan lejos desde hace unos ¿5 años? cuando fui a visitar a mis tíos del lado paterno para un cumpleaños, mientras recorría vi un puesto de comida rápida y con solo sentir el olor sentí mi estómago revolverse, sabía que tenía que comer, pero a la vez no quería, era por mi madre que a veces lograba obligarme a mí mismo a digerir la poca comida que consumía sin vomitar, pero el dolor que me provocaba el no comer ya se estaba volviendo tan insoportable como el asco que me daba la comida en sí, me aleje de ese lugar y me dispuse a buscar un lugar en el cual dormir, ya estaba anocheciendo y no quería pasar esa noche fuera siendo que no eran días muy calorosos que digamos y aunque estaba medianamente abrigado ya comenzaba a sentir la fría brisa de la noche....

Encontré un pequeño y para mi suerte barato hotel, page por una noche de estancia con el efectivo que tenía, me preguntaron por algunos de mis datos personales, en algunas cosas mentí, como el porque estaba allí, no pude mentir sobre mi nombre y edad pues me pidieron mi identificación, con algo de miedo se la di, cuando vi su rostro supe que todo estaba en orden, por suerte, aun no se había esparcido ninguna información sobre mi "desaparición", pero aun estando a ciudades de distancia sigo en el mismo país y las noticias suelen correr a lo largo de este, por lo que debía seguir siendo precavido... cuando ya por fin me dieron las llaves del cuarto pude respirar tranquilo, mire a mi alrededor y deje mi mochila a un lado.

...Necesitaba una ducha....

Fue lo que pensé al mirarme en el espejo del pequeño baño que venía con el cuarto, el cual no parecía estar muy bien cuidado pero servía, por suerte el baño venía con una toalla, ya que no había traído una propia, saque mi ropa de cambio y la deje sobre mi cama mientras revisaba mis cosas para asegurar que todo estuviera en orden, ahora tendría que trazar un buen plan de supervivencia, por lo que antes que nada fui al baño dispuesto a primero relajar mi cuerpo y despejar mi mente.

Por ahora ya no hay más preocupaciones ¿no?, por fin estoy en paz, aunque sea por un tiempo.

.

.

.

.

.

.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 03, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Condemned Donde viven las historias. Descúbrelo ahora