Prólogo

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—Sabes que daría la vida por ti— dijo al borde del llantosiempre te protegería.

—Esto lo puedo solucionar solo— dije sintiendo como resbalaban unas pequeñas gotas por mi rostrodeja que ahora sea mi turno de protegerte, ¿Puedes?

Estaba temblando, sabía que se negaría, todo por su orgullo.

—Eso significaría que mi propósito en la vida fallódijo llorando y ladeando la cabeza con una pequeña sonrisa— y yo nunca fallo.

Después de unos segundos más, se sentía como esperar el día de la graduación cuando apenas estas comenzando.
Se sintió eterno.
Se escuchó como comenzó a correr con todas sus fuerzas y se subió al auto.

—Lo daría todo por ti, por ustedes— dijo limpiando sus lágrimasAhora tienes que correr, corre y no pares, todo esto acabará, tienes que ser fuerte, siempre estuve orgulloso de ti, siempre serán mi orgullo, te amo y dile que los amo igual.

Después de eso arrancó cayendo así en un vacío del que no podría salir jamás. dejándome un profundo vacío, una sensación que jamás se iría.

Se había ido.
Pero tenía que salir.
Me protegió una vez más.
“Siempre estuve orgulloso de ti” “te amo”

Jamás lo olvidaría.

Esa noche Brandon McCallister, lloró como nunca había llorado en su vida, sufrió tanto, que por un segundo creyó que nada estaría resuelto nunca, no tenía caso recordar el pasado, pero tenía que vivir con el dolor de haber perdido a su hermano mayor, a su mayor admiración, a su primer superhéroe.

Esa noche bajo las estrellas relucientes que habitaban el "Gran cañón de Darllis", un lugar hermoso pero igual de peligroso, que había sido testigo de la muerte de su hermano, se prometió a sí mismo a no descansar hasta que los asesinos de Dylan hubiesen pagado uno a uno, lo que habían hecho.

Cuando Dylan se despidió de esa manera tan frívola de Brandon para después dejarse caer a ese vacío arrollador, y así entregándole a B, la oportunidad de escapar, Brandon sintió que algo estaba mal, algo estaba raro en esa situación, no sólo la muerte de Dylan, algo sintió que no estaba bien. Pero aún así se dijo que sería fuerte y valiente, Siempre.

Se quedó sentado en el cañón, pensando unos minutos más, sobre lo que acababa de ocurrir, se sentía vacío, puesto que una gran parte de él se había ido, ahora él tenía libertad gracias a Dyl, ahora él podía escapar de los enemigos de Grillaldi, con la furia y el deseo de venganza se fue de ese lugar, deseando que los años pasarán rápido, porque lo que necesitaba era poder, y eso, aún no lo tenía, necesitaba mirar con sus propios ojos a su hermanita; Lory, y ver que estuviera bien.

Ese mismo deseo de venganza es lo que marcará el inicio de todo, porque los McCallister nunca se han rendido, y ahora no sería la primera vez.

SERÁS INQUEBRANTABLE | (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora