Estábamos solos, yo la comía con la mirada y ella como si nada, busca unos zapatos altos, pero más sencillos y cuando iba a comenzar a vestirse su teléfono suena.
Se ve que la llaman mucho.
-De este lado Eli y de allá ¿quién?-dice y no puedo evitar reírme.
Solo ella puede atender así una llamada.
-Si, lo pensé. No quiero casarme, ya te dije que sería una madre espantosa.-hace silencio.
Con quien estará hablando, ¿su prometido?
-Si, mi mamá fue increíble, la mejor madre del mundo, pero eso no quiere decir que pueda ser como ella.-continuo.
Otro silencio y mis celos cada vez son más grandes, seguro es un hombre que quiere casarse con ella.
-Esta bien abuelito hermosho, si encuentro al hombre que me haga temblar con solo verlo, querer seguir viéndolo después de tener sexo te prometo que le propongo matrimonio.-dice, me tranquilizo.
Aunque no mucho, ya que no es común escuchar a una nieta hablarle así a su abuelo, es algo irreverente.
-Claro que puedo pedir matrimonio a un hombre, se lo preguntare a mi asistente que está aquí, aguarda. Alec, una mujer ¿puede proponer matrimonio a un hombre?-pregunta y veo que pone el altavoz
-Si.-digo seguro.
-Reformulo,-dice la voz que sale del teléfono- si mi nieta te propone matrimonio ¿aceptarías?
Elizabeth me dice que no con la cabeza, pero aún no es mi jefa así que contesto lo que quiero.
-Por supuesto que sí.-respondo seguro, Eli se golpea la cara.
-Perfecto, ya tienes prometido princesita.-dice el hombre del otro lado.
-¿QUÉ?-grito desesperado.
-Ya lo asustaste, él solo es mi asistente y recién va empezando así que NO.-y corta la llamada.
Comienza a vestirse rápido dando a entender que cualquier juego que hubiera podido ocurrir ya no pasara.
-Te dije que dijeras que no, ahora ese hombre; al que amo con todo mi corazón, no me va a dejar tranquila hasta que me case con alguien. Ve con tu hermana.-ordena
-Disculpa, pensé que te estaba ayudando...
-Vete, en cinco minutos estoy con ustedes.-me interrumpe; siento, escucho y veo su enojo.
Salgo, la cagué. Mi hermanita sigue en la cocina, pero hay un aroma estupendo.
-¿Dónde está Eli?-pregunta con una enorme sonrisa, la cual me hace sentirme aún más mierda.
-Se está cambiando.-contesto y me siento en la barra.
-Les dejaré lista la cena, solo deben calentarla, por favor no la cagues; nunca tuvimos tanta suerte, esa mujer es un ángel en nuestras vidas.-dice Ann con ilusión.
-No haré nada malo...-comienzo, no siento necesario contarle todo lo sucedido.
-Vamos.-dice con tono firme, la amistosa Elizabeth desapareció.
Mi hermana me tira una mirada asesina, sabe que hice algo.
-Ann, vas atrás junto a mí. Alec, manejas.-dice sin mirarnos, el descenso es super incómodo.
Su camioneta está esperándonos junto con otros autos espectaculares. Nos subimos y no necesito preguntar nada solo voy a la guardería.
-Elizabeth, disculpe, señorita Rose, le estoy agradecida por todo en serio, es una bendición en mi vida.-dice Annie y el corazón se me estruja, mi pobre hermana que está enamorada del amor y no tuvo suerte nunca.
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Jefa, te deseo.
RomanceUna noche de copas, un asistente sexy, celos y el mismo departamento. ¿Qué podría salir mal? No es continuación, ni secuela de Deseo prohibido. Esta historia ocurre al mismo tiempo y junto a Deseo prohibido son antecesoras de curvas.