"Frotes... y males del corazón."

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El abrió las puertas de mis aposentos... Y pudo encontrarme... Pero yo estaba dormida.

Sus ojos estuvieron clavados sobre mi figura en todo momento.

... Su mirada de deseo, siempre tan impotente.

El, sólo aceptaba que me vistirera de la manera que yo quisiera en mi habitación.

Entonces... Siempre que dormía sola, optaba por vestir pantalones cortos... Y poleras un tanto anchas para mi talla.

A él le encantaba... Siempre le gustó mirarme mientras dormia de aquella manera tan pasiva...

Cerraba la puerta con el seguro de la manija y el pestillo.

Tomaba asiento cerca de la cama... Y miraba mi cuerpo semi desnudo revolcarse entre sueños.

El era un enfermo... Un enfermo que logré amar con locura.

Yo... No podía aceptar estos sentimientos... Pero el quería mantenerlos dentro de mi a la fuerza.


A mi sólo me quedaba suspirar... Y dejar que se deslumbrara con mi cuerpo, como si fuese una obra de arte.

. . .

El día de hoy el hizo aquella diferencia... El no sólo se quedó allí a observar...

Esa noche... Tocó el objeto que había apreciado, después de tanto... La tentación pudo con el.

Se acercó a la cama... Subió hacia mi, donde dormía como era costumbre, de boca para abajo, abrazando la almohada que apoyaba mi cabeza.

Llevó sus grandes manos a sostener mis muslos al descubierto.

Llevando su boca a besarlos sin una pizca de descaro.

Donde... Los quejidos ya salían de mis labios... Sentía como despertaria en cualquier momento.

Pero esa era su intención.

El mordia... Y dejaba marca en toda aquella área... Era un animal...

Mientras... La sangre que brotaba de mi piel se paseaba en sus labios.

El... Al sentir mis leves contracciones y temblores... Procedió a tomar mis caderas, donde giró estas con cuidado.

Llevandome hasta el, donde acarició mis ojos llorosos... Y besó mis labios nerviosos...

Tomó mis piernas... Y abrió estas.

Dándose camino para apegar su hombria a mi intimidad.

Donde un jadeo, proveniente de sus labios, separó nuestro beso.

La erección entre sus pantalones de uniforme era apretada...

Incluso se veía dolorosa...

RD: - Rusia...

Rusia: - Доминикана...

Al pronunciar mi nombre... Sentí como su falo empezaba a palpitar...

Llevé mis manos a su espalda... Donde apreté levemente... Indicándole a el que podía hacer lo que quisiera...

Pero nisiquiera se molestó en quitar su ropa.

Se apoyó con sus manos a la cama.

Mientras me miraba fijamente.

Comenzando un frote un tanto violento contra mi intimidad...

Sentía como el se correría en cualquier momento... Su cara extaciada dejaba ver todo el gran placer que estaba sintiendo con ese simple roce...

Tomé sus hombros, y até mis piernas a sus caderas.

Llevando mis labios a juntarse con los suyos en un intenso beso...

Tan intenso... Que hizo liberar toda su semilla entre sus pantalones.

Sus movimientos se hacían lentos... Mientras un hilo de saliva nos unía después de la separación del beso...

El me miró a los ojos... Y soltó un jadeo...

Regalandome una sonrisa...

Rusia: - Te amo, Доминикана...

RD: - Rusia... ¿Que estas diciendo?...

Rusia: - Lo que debí decirte hace ya dos años... Yo, quiero tenerte solamente para mi... Se mía por permanencia.

Mientras... Detrás de las grandes puertas de caoba...

La primera esposa...

Cubría su boca con dolor... Evitando liberar la melancolía y tristeza... Que su marido le provocaba.

"Continuará..."

ஜ۩LA TRISTE HISTORIA DE MI AMOR۩ஜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora