"Fin del vuelo, regresa a tu dorada jaula."

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Advertencia: Contenido explícito.

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Más que por un simple hecho de remordimiento, los sentimientos amargos que llevo atrapados, son el libido silbido que mi corazón no puede dejar escapar con fragmentos ya casi materializados.

Necesito encontrar la manera de organizar mis ideas, necesito saber que es lo que más la conviene a mi forma de coexistencia.

RD: - Alemania dijo que usted también estaría ocupado ¿por que traerme incluso a las mismas puertas del condominio ruso?

Nazi: - No voy a dejar que él vea y tome como punto de partida el que lleges sola en momentos de guerra. Estamos luchando por saber quien se queda a tu lado... Y bueno, tengo asuntos con el comunista.

RD: -Usted realmente es un caso abrumador... Pero, me satisface de gran manera saber que su hijo, sea tan persistente en cuanto a mi auge de sentmientos.

Nazi: - ... No pienses sólo en él. Tu, eres hermosa, como la primavera, eres la victoria en la guerra que cualquier soldado querría. En tu campo, todos somos solados que luchamos por un mismo propósito.

RD: - No soy un premio...

Nazi: - Eres mejor que eso.

Después de eso... Las palabras no salieron más de nuestros labios.

El viaje casi fué lúgubre, de no ser por las dulces entonaciones de susurros cantados en un algoritmo totalmente combinado en perfecto alemán.

No sabía yo que el nacionalsocialista, degustaba y se regosijaba en el cantar.

Pero allí, a mi lado mientras miraba por la ventana, cantaba con la libertad que por encima de sus propios actos inhumanos, despidados y cruelmente bárbaros, parecían ser los más santos en comparación a ninguno.

Estábamos cerca de llegar, tanto que ya no podía oler más mi libertad.

Sentí como mi cuerpo se había tensado tras la repetina ola de frío que transmitía la ventana habierta de nuestro coche.

El de trajes condecorados notó mi estremecimiento. Y fué caballeroso al subir el vidrio para mirarme. 

Miró la frente, justo al chofer que ignoraba con perfecta excelencia todo lo que pasaba en la parte posterior de su vehículo.

Nazi: - Mi hijo no tocó tus labios... ¿Verdad?

RD: - Señor... Su hijo tiene clara la situación por la que estoy pasando. Él jamás haría tal cosa.

Nazi: - Bien... Porque yo seguramente demostraría lo contrario.

RD: - ¿A que se-

Ahora... Su tosco agarre a mi barbilla estaba siendo el causante de mi repentino silencio, fuertemente, presionando con sus dedos fervientes y deseosos por maldad.

No sabía que era lo que había de por medio...

Lo sabía... Pero mi corazón no quería ser reprimido por todos ellos.

Su mano libre fué a parar hasta mi abdomen, donde empujó hasta tenerme contra la esquina de la puerta.

Deslizándose descaradamente por debajo de las capas de mi vestido.

Acariciando mi muslo tembloroso, encantado por el toque sedoso que alcanzaba el telaje de satén en mi vestidura íntima.

Nisiquiera sé como es que pudo poner su mano por debajo de mi corsé.

ஜ۩LA TRISTE HISTORIA DE MI AMOR۩ஜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora