ஜ۩LA TRISTE HISTORIA DE MI AMOR۩ஜ

"Querido cielo de franjas..."

"

Quien no está preso de la necesidad, está preso del miedo. Unos no duermen por la ansiedad de tener las cosas que no tienen, y otros no duermen por el pánico de perder las cosas que tienen."

Tenía mucho que decirle... Pero 168 horas... No eran lo suficiente.

Viajamos por el Tren de vapor en la alta selva negra, en tierras ya Alemanas.

"Los sueños se hacen realidad... "

El me contaba sobre sus últimos viajes en mi búsqueda.

Me decía a cada segundo cuanto me quería... Cuanto deseaba que yo estuviera con el.

RD: - ¿Como es que dejaste que Tird fuera hasta aquel lugar en mi reclamación?

Alemania: - El lo hizo por cuenta propia...

RD: - Cuenta... ¿Propia?

Alemania: - Dominikaner... Sospecho, que mi padre te desea una vez más.

Una vez mas... Había olvidado el hecho de que hace unos años... Yo estuve involucrada con ese psicópata.

Sus ojos se llenaban de lagrimas lentamente... mientras las palabras que salían de sus labios sólo eran fragmentos del gran dolor que le hacia sentir... Le hacia sufrir.

Un "Perdóname" ... O un "lo siento" eso era lo único que deseaba escuchar de aquellos labios que siempre se sellaron ante el amor, como un libido grito que se mantiene en la garganta... Como ese gimoteo que se suele escuchar en toda la habitacion, a las malditas 3AM ... Donde las emociones empiezan a salir sin control.

. . .

Llegamos a sus propiedades... Era ya muy oscuro, así que ... Sólo optó por llevarme a sus aposentos como era costumbre.

Hablar conmigo por unos momentos mientras acariciaba mi rostro...

Llevarme hasta el baño, donde me despojaba de cada prenda de vestir.

Llenaba la tina con agua tivia.

Y procedía a sentarse a mi lado, mientras besaba con suavidad mis hombros.

Yo... Jamás me sentí extraña de permitir que Alemania viese mi cuerpo a libertad, el empezó a hacerlo desde la primera vez que Rusia dejaba marcas de mordidas sobre mi, además de algunos moretones en mis muslos debido a los aprietes en su momento de clímax.

Salía del baño, donde el me daba espacio para vestirme...

Aproximadamente media hora... Donde volvía con algún postre o platillo dulce, con el cual lograba contentarme.

Hablábamos todas las noches hasta altas horas de la madrugada, donde nos recostabamos y nos tomábamos de la mano.

Sus mejillas siempre contaban un un leve color rojo al estar a solas conmigo...

Siempre... Conservaba su traje de oficina.

Jamás lo vi con una vestimenta distinta a esta, a excepción de unas veces... Donde portaba el traje de comandante militar.

. . .

El reloj de pared ya marcaba las 4 de la mañana... Alemania se veía medianamente dormido.

Mientras yo continuaba observandole...

Su boca era apretada con levedad... Como si mordiera sus labios hacia el interior.

El calor de sus mejillas había aumentado, y su ceño se fruncia por momentos.

El se habia abrazado a mi... Mientras se apegaba cada vez más.

Sentía... Como una creciente erección se golpeaba contra mi pelvis.

Solté un pequeño suspiro... Y procedí a llevar mis manos hasta su pecho.

Donde... El abrió sus ojos.

Podía notar la vergüenza que sentía en ese momento.

Tomó mis manos... Y las llevó hasta su entrepierna.

Alemania: - T-tocame... Porfavor...

RD: - Alemania...

"Continuará..."

//Sip... Cortar en la mejor parte es lo mío.