«•22•»

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La obra había quedado cancelada, y después de haber pasado varios meses ensayándola, ¡Vaya que estaban decepcionados!

Sin embargo, Kyoka Jirou jamás se había sentido tan aliviada, y sabía que eso la hacía un poco insensible a los actores y a las actrices, ¿Pero a quien le importaba? Kaminari ya no besaría a Ibara.

Aunque cada vez que recordaba que él había planeado hacerlo le hervía la sangre de rabia y celos... Da igual, se sentía conforme con el pequeño giro de eventos.

Caminando por el pasillo se encontró a Kaminari, el cual parecía algo triste, lo cual le pareció algo extraño a Kyoka, ¿no debería de estar feliz?

—Hola— le saludó mientras le detenía, Denki alzó la cabeza en su dirección.

—Hola...— le saludó con el tono más apagado que Kyoka jamás  había oído en Kaminari.

—¿Estas bien?— le pregunto Jirou preocupada, no recordaba jamás haber visto a Kaminari tan deprimido

—¿Que? Si, si, completamente bien— le respondió mientras le sonreía, Kyoka notó inmediatamente que era una sonrisa forzada y negó con la cabeza.

—Eres un maldito mentiroso— le dijo mientras le miraba a los ojos, Kaminari le miró fijamente, definitivamente no había nada que podía esconderle a esa chica.

El rubio suspiró

—O ya sabes, que la obra se haya cancelado nos decepcionó a todos un poco— dijo mientras se encogía de hombros— Estaba muy emocionado por ella...

~Así que era eso~ pensó Kyoka para sí

—Oh vaya...— dijo la chica —Ey, pero mira el lado bueno, al menos salvaste el día

La chica le dio un pequeño golpe con su codo mientras sonreía, Kaminari asistió, aún con el ánimo bajo.

—Esa escena era muy importante para mimurmuró Kaminari creyendo que Kyoka no le escuchaba —Tenía que haber salido perfecto

Jirose tenso inmediatamente, llena de celos. Estaba casi segura que sabía a que escena se refería Denki, pero no podía decir nada, ya que no era nada más que su amiga.

—Me tengo que ir— le dijo Kaminari —Nos vemos luego

Habiendo dicho esto, Kaminari siguió su camino hacia la residencia.

—Si...— dijo la chica segundos después, cuando el rubio ya estaba demasiado lejos para escucharla —Nos vemos...

Momentos después la chica salió corriendo al aula de música, con planes de tocar algún instrumento y rezar para que esta vez le saliera bien.

•••

Con todos los instrumentos a su alrededor, Kyoka no podía evitar llorar; sentía que últimamente pasaba su tiempo haciendo eso, pero no lo podía evitar.

Cada día sus sentimientos se acumulaban, y necesitaba desahogarse de alguna forma, y normalmente había sido tocar algo, pero ahora que no podía hacerlo... o por lo menos, no podía hacerlo bien.

Se recostó en el suelo y los sollozos aumentaban, estaba destrozada y pareciera como si a nadie le importaba... bueno, era obvio que a su mejor amiga le importaba, y eso era importante pero, ¿porque?

¿Por que a él no le importaba?

...

Estaba segura que el problema no era que no le importaba, ya que ciertamente el rubio se preocupaba por ella, tan solo... no se daba cuenta, y eso lo hacía mucho peor.

De pronto, oyó como alguien tocaba la puerta, y rápidamente se incorporó mientras se secaba las lágrimas con la manga de su uniforme. Se levantó y se acercó a la puerta, la abrió un poco y pregunto:

—¿Si?— preguntó mientras se concentraba en no dejar salir ningún sollozo de su boca mientras lo decía.

Y cuando vio a la persona al otro lado de la puerta, lo supo.

La vida se estaba burlando de ella.

—¡Oh, perdóneme por interrumpir!— dijo Ibara Shiozaki —¡Pero oí que alguien lloraba, y me pareció que debería de ayudar!

Y a pesar de todo, Jirou no podía odiarla. La chica era tan amable y considerada (sin contar muy poderosa), ¿Como podría odiar a alguien así?

—¿Estas bien, Jirou-san?— le pregunto la chica amablemente —Tienes los ojos rojos...

Kyoka forzó una sonrisa

—Estoy bien— le aseguró

—¿Estas segura?— insistió la de cabello verde —Puedes hablar conmigo de tus lamentos, yo te acompañare a rezar.

Kyoka suspiró, la verdad, no quería hablar de eso, y mucho menos con Ibara; pero cometió el error de tardarse en responder. Shiozaki tomó su silencio como un si y entró a la habitación.

—¡Oh vaya!— se sorprendió al ver todos los instrumentos en el suelo —¿Que ha pasado aquí?

Kyoka evitó la mirada de la chica, avergonzada; si le contaba sus razones, probablemente creería que era una idiota.

Sin embargo, la chica de cabello verde le tomó de los hombros y segundos después la abrazó. Jirou estaba confundida y tensa bajo la extraña muestra de cariño.

—Lo siento...— murmuró, Kyoka se sobresaltó y escuchó con atención las siguientes palabras —Es mi culpa, y este pecado jamás se me será perdonado, pero necesito que escuches lo siguiente...



Nadie:

Absolutamente nadie:

Yo:
vOY a atUaLIzAR a lA 1:25am

Latidos Eléctricos | BNHA~KamiJirouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora