mientras yo la espiaba desde la puerta, perplejo, desgarbado, echado en la alfombra para poder reposar la cabeza en el codo y observar los ojos de mi joya, y los veía misteriosamente suavizados por la perfección de su santuario. ¡Qué hermosa estaba con sus lazos negros! Una mujer fría, rubia, con una extraña cara de muñeca y ojos líquidos que me miraban con tanta serenidad y durante tanto tiempo que, con seguridad, yo debía de quedar
olvidado.
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frases de entrevista al vampiro
De TodoFrases de el libro escrito por Anne Rice de entrevista al vampiro