In the beggining it was only curiosity not love

2.8K 278 29
                                    


Lilith estaba muy enferma, la fatiga de dar luz realmente le afectó profundamente, no podía moverse de su cama, la prueba fue al día siguiente de haber dado luz apenas podía moverse.

- Príncipe de los caídos, rey del averno, absoluto monarca del Infierno, Lucifer-dijo ella sentada en su cama-Tiene mi eterna gratitud por permitirme quedarme en su casa y dar luz sin problemas.

- No tienes por qué agradecerme Lilith-repuso él mirándola con indiferencia-Somos viejos amigos ¿No? ¿Por qué no habría de ayudarte?

-... Mi señor, la verdad me gustaría postrarme para demostrarle lo profundamente agradecida que estoy, sin embargo...-el cuerpo de la primera súcubo temblaba ante el desconcierto de los presentes-Me temo que esta servidora suya no está en condiciones de hacerlo...

- ...Descansa Lilith-repuso Lucifer estupefacto ante su condición-Parece ser que dar luz era más peligroso de lo que yo pensaba.

- Mi pequeño demonio-le regañó suavemente la señora feliz, no podía moverse, Stovas tuvo que acercarse a ella para ayudarla a recostarse mientras observaba a su hija-Mira lo que hiciste, me hiciste pasar mal las últimas veinticuatro semanas y pensé que me rompería para que vengas al mundo-la beba balbuceó algo-Más te vale ser saludable y enérgica, Charles.

- ¿Charles? ¿No es nombre de varón?-inquirió Saquiel al verla contenta.

- Todo el mundo me aseguró que sería niño, así que me avergüenza admitirlo, pero solo pensé en nombres de varones. Así que me quedaré con ello temporalmente hasta que encuentre otro.

- Lilith-le dijo suavemente Lucifer, no quería amenazarla.

- Oh, no te preocupes, mi rey, en ningún momento lo pensé-río ella y luego hizo una mueca de dolor- En realidad... quisiera irme en este instante...

- De ningún modo-le interrumpió Stovas-Mi señora, usted no está en condiciones de moverse. Apenas tenga energía suficiente, nos iremos de inmediato, por lo tanto-se arrodilló ante Lucifer-Rey del averno, por el bien de mi señora, se lo s...

- Puede quedarse hasta que se recupere-le cortó Lucifer inquieto.

Stovas no suplicaba a menos que se tratara del bienestar de su reina, y Lucifer no quería oírlo, no pensaba ganarse la antipatía de ambos demonios que eran los pocos que no pensaban derrocarlo para hacerse con su trono. Lilith quería poder para ser respetada, más allá de ello no pensaba pelearse contra otros señores del averno, a Stovas todo le era indiferente mientras no le incumbiera a su señora, así que a él le daba igual el trono.

Lilith observó a su bebé que dormía plácidamente, suspiró aliviada y feliz. Este bebé era especial, podía sentirlo en sus huesos, en su corazón, en su alma. 

¿Por qué era especial este bebé cuando ya había dado luz a otros? Para empezar, los embarazos de Lilith duraban a lo sumo tres meses, daba luz con muchísima facilidad y al cabo de dos horas, sus hijos ya podía levantarse solos y consumir comida, luego de una semana crecían al tamaño de un niño de cinco años, un mes después, el tamaño de uno de diez y finalmente al cabo de dos meses, eran adultos consumados, además que sentían repulsión por la leche materna.

Este bebé fue diferente, para empezar el embarazo duró casi nueve meses, Lilith sufrió todas las dolencias que sufren las embarazadas, apetitos, náuseas, vómitos, incapacidad de tolerar ciertos alimentos, antojos, deseo de dormir, ir al baño con más frecuencia, súbitos cambios de humor, pasaba del llanto a la risa y viceversa.

La primera súcubo quedó encantada cuando se dio cuenta que estaba teniendo un embarazo "normal", aunque eso significó que se debilitaba día a día, por tanto decidió pedirle ayuda a Lucifer que era el padre de su bebé. Al rey del averno no le hizo gracia saber que Lilith esperaba su hijo, ella le aseguró que no lo haría responsable, solo quería estar sana y segura hasta el día del nacimiento, prometía irse apenas diera luz. Claramente tal promesa no podía cumplirse porque la primera pecadora no podía ponerse de pie, así que el rey decidió dejarla reposar hasta que recupere la suficiente fuerza para irse.

Black roseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora