2. No te metas conmigo

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Les conté todo lo que había pasado a las chicas. Lo de Dylan y lo de Mike.

- Tienes que empezar a hablarle a Dylan- dijo Jackie.

- Es que no puedo. Me paralizo.

- Además, por tener a Dylan en la cabeza no te das la oportunidad de estar con otros chicos ¿Porqué no te acuestas con Mike, por ejemplo?

- No lo soporto y no me gusta acostarme con cualquiera. Es decir, si no estoy saliendo...

- Das muchas vueltas Ev.

- ¿Cómo puedes resistirte a esos chicos? Son hermosos- dice Emma mientras se tira en la cama de Jackie, abrazando la almohada.

- Si vivieras en mi casa teniendo a Logan de hermano y cada vez que pasas por el pasillo te encuentras con ellos, no dirías lo mismo.

- Aja, y dime ¿Cuál te gusta más? Obviamente sin contar a Dylan.

- Mmm, no lo sé- además de Mike estaban Jake; era bastante rubio con ojos azules, Lucas; castaño con ojos marrones, y por último Ethan que todos los conocían por sus hermosas pecas que tenía por toda la cara. Todos eran mujeriegos, deportistas y con cuerpos de dioses griegos. Al parecer eran condiciones para ser amigo de mi hermano porque todos eran iguales- Yo creo que Jake.

- Yo Ethan, sin pensarlo ¿Y tú Jackie? Estás muy calladita.

- ¿Qué? Estaba pensado.. ¿Qué me preguntaste?

- Mmm ¿En qué estabas pensando?- pregunté con una sonrisa picarona.

- Emm nada, solo que faltan poco para las clases.

- Ah- dije no muy convencida- Entonces... ¿A quién eliges?

- Emm no sé- dijo nerviosa- ¿Y si salimos a un bar? Cuando volvemos se quedan a dormir aquí.- hay algo que no nos quiere decir. Emma me miró confundida.

- Está bien, salgamos. Hay que aprovechar de las vacaciones- dijo Emma.

Estuvimos hablando un rato más y luego nos empezamos a cambiar. Íbamos a un bar muy conocido de la zona. Jackie y Emma se fueron a bailar y yo me quedé en la barra. Luego de un rato un chico se me acerca. Por la luz no se notaba el color de sus ojos, pero juraría que son una mezcla entre verdes y marrones.

- Hola preciosa.

- Hola- respondí bastante seca porque estaba aburrida. Tenía la flojera de las vacaciones y no tenía muchas ganas de moverme.

- ¿Cómo te llamas?

- Evelyn, ¿Y tú?

- Ian ¿Te puedo invitar un trago?

- Claro- no podía decirle que no, era muy guapo. Al cabo de unos minutos terminamos bailando. Empecé a notar el alcohol en mi sangre. De un momento a otro nos estábamos besando apasionadamente. Cuando nos separamos por falta de aire me fui al baño. En el camino un chico me volcó toda su bebida sobre mi ropa.

- Lo siento yo...

- ¿¿QUÉ MIERDA TE PASA??

- Tampoco he sido yo el culpable, tú ni te has fijado por donde ibas.

- Paso. No tengo ganas de discutir contigo.- recién ahora me había percatado de sus hermosos ojazos verdes.

- A mí tampoco me gusta discutir con ñiñitas.

- ¿Cómo me llamaste? No te metas conmigo. No soy ninguna ñiña.

- Tus curvas no dicen lo mismo.

- Ahora vas a ver maldito hijo de...

- Ev- Jackie al rescate. Me tomó por el hombro antes de que mi puño se estampara con la cara de este chico- ¿Vienes un segundo?

- Está bien- dije suspirando- ¿Nos podemos ir? No tengo muchas ganas de seguir aquí.

- Primero busquemos a Emma- Luego de encontrarla, que al parecer era la más borracha de las tres, volvimos a casa de Jackie y las tres nos desmayamos del sueño.

[...]

Al abrir los ojos vi a Emma en el piso y Jackie y yo en su cama.

- Nunca más vuelvo a tomar- dijo Emma levantándose y frotándose la cabeza. Jackie y yo reímos.

Lo que restó del día no fue nada fuera de lo común. Comimos, vimos películas y yo les conté lo que me había pasado en el bar. Cuando volví a mi casa solo estaban mis padres y Sophia. Eso me dió una paz interna, ni Logan ni sus amigos.

- Hola cariño ¿Estuviste en lo de Jackie?- dijo mi padre que estaba en el sillón con un libro en la mano.

- Sí, también fue Emma.

- Al parecer no haces más que ir a la casa de Jackie y dormir ¿Porqué no ordenas tu cuarto?- apareció mi mamá del patio persiguiendo a Sophia como loca para que se coma todo el brócoli.

- Déjala, está en sus vacaciones pobrecita- mi padre estaba tratando de evitar reírse de mi madre.

- NO QUIERO COMER MÁS.

- SOLO COMISTE LA CARNE, Y TÚ VE A ORDENAR TU CUARTO AHORA O LAVARÁS LOS PLATOS POR UNA SEMANA- levanté los brazos en signo de paz y mi papá hizo una seña de que está loca. Al cabo de media hora de ordenar entra mi hermano y se tira en mi cama.

- ¿Se puede saber que mierda haces?

- Te pago y me ordenas mi cuarto.

- NO.

- ¿Cuánto quieres?

- Si eso es todo lo que tenías que decir te puedes ir.

- Está bien, está bien. Quería ver si funcionaba.

- Si piensas que te voy a presentar una amiga o algo así sigue soñando, recuerda el trato.

- De eso vine a hablarte.

- ¿De mis amigas?

- De mis amigos- se enderezó en mi cama- ¿Qué pasa con Dylan?- se dió cuenta.

Soñar Es GratisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora