3. Coincidencias

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- Nada ¿A qué te refieres?

- No me mientas, te gusta ¿No?

- NO. No sé por qué lo dices.

- Ev te lo advierto, no te metas con ninguno de mis amigo y menos con Dylan.

- ¿Qué tiene Dylan? Antes no eras ni su amigo.

- Te lo advierto Evelyn- se fue de mi habitación dando un portazo. Cada vez lo entiendo menos.

[...]

Ya era lunes y tocaba empezar las clases, sonó el despertador y cuando pude levantarme fui corriendo al baño para llegar antes que Logan. Al parecer el tenía los mismos planes pero llegué primera y le cerré la puerta en la cara.

- ¿Es en serio Evelyn?

- La próxima procura levantarte más temprano- hice toda mi rutina y a propósito tardé más en la ducha para que Logan llegara tarde. Fui a desayunar y me encontré con mi padre.

- Buenos días Ev.

- Buenos días papá- comí a toda velocidad y agarré la mochila dispuesta a irme.

- Espera un momento hija, hoy preferiría que vayas con tu hermano.

- ¿QUÉ? ¿PORQUÉ?

- Son hermanos, deberían tratar de llevarse mejor. Además irías en auto.

- Pero hasta que esté listo se hace de noche.

- Ahora tendrás que ir conmigo, eso te pasa por tardar tres siglos en el baño- dijo Logan mientras cruzaba el pasillo en toalla- ahora tengo que cambiarme, preparar la mochila, desayunar...

- Solo ve- suspiré.

Luego de que tardara un año en alistarse salimos hacia la escuela. A él no le importaba llegar tarde porque con sus amigos llegaban tarde a propósito, pero a mí sí me importaba.
Cuando llegamos no había tantas personas como de costumbre, en la esquina de la entrada estaban sus amigos esperándolo. No les había prestado mucha atención hasta que ví a alguien que se me hizo familiar. Ahora que no estábamos en la oscuridad podía verlo perfectamente. Se notaba que tenía un buen físico y unos ojos verdes. Estaba apoyado contra la pared con una mano acomodándose su pelo castaño y con la otra teniendo el celular. Era el chico del bar del otro día. Al pasar por al lado Dylan me saludó. No me había dado cuenta de su presencia hasta ese momento.

- Hola Parks, les estaba presentando a mi hermano, Jacob. Vino de Inglaterra y se quedará por un tiempo- alzó la vista y me miró. Se le formó una media sonrisa.

- Un gusto- dijo él. No sabía que contestar, me quedé helada y no sabía porqué.

- ¡Ev! Te estaba buscando, necesito hablarte de algo ya- agarró Jackie mi brazo y me llevó hacia el pasillo- De nada.

- ¿Qué?

- Lo que escuchaste, le dije al profesor de historia que iba al baño. Sino te sacaba de ahí te ibas a quedar congelada por Dylan y...

- No fue por Dylan.

- ¿Qué? ahora me cuentas, entra al salón- cuando entramos interrumpimos al profesor y Jackie fue a sentarse al lado de Emma. Como los bancos eran individuales nos sentábamos en el fondo de a tres, pero al parecer solo quedaban dos asientos disponibles es la esquina, así que me senté sola.

- Al parecer todos los Parks son iguales, no parece ser muy diferente a su hermano- mi hermano nunca se llevó bien con ningún profesor, en cambio yo sí. Mi día iba horrible, tuve que llegar tarde por culpa de mi hermano, me encuentro con el chico del bar y ya me odia un profesor de la materia que más odio. Iba a responderle cuando entró Jacob. Genial, el universo me odia- ¿Se puede saber porqué llega tan tarde?

- Me perdí, soy nuevo.

- Se la dejo pasar- ¿Es en serio? ¿Por qué a él se la deja pasar y a mí no?- siéntese al lado de Evelyn Parks- lo que me faltaba. Se sentó a mi lado con esa media sonrisa. Cruzamos dos veces y ya lo odio.

- Hola preciosa.

- Tengo nombre ¿No escuchaste al profesor?

- Tranquila, que carácter. Hay chicas que se morirían por que las llame así.

- A mí no me interesa en lo más mínimo.

- SEÑORITA PARKS, UNA VEZ MÁS QUE HABLA Y SE VA A FUERA- ¿Es un chiste? A mí sola me reta porque a Jacob no le dice nada.

- Veo que te llevas de maravilla con el profesor de historia- no le di importancia porque estoy segura de que si vuelvo a hablar el profe me hecha del aula.

Lo que siguió de la clase no fue muy interesante. Jacob no hizo ningún comentario lo que agradecí eternamente y apenas sonó el timbre salí lo más rápido que pude.

- Que compañerito te tocó- apareció Emma detrás de mí.

- No es gracioso, por no guardarme el lugar me tuve que sentar con él.

- ¿Por qué llegaste tan tarde?

- Porque mi padre me obligó a venir con mi hermano.

- Oye ¿De dónde lo conocías?- intervino Jackie.

- ¿Vieron el chico del bar? Bueno, es él.

- Ahora que me lo dices es verdad. No lo recordaba muy bien.

- También es el hermano de Dylan...

- ¡¿QUÉ?!- gritaron a la vez. Si cada vez que les cuento algo reaccionan así voy a matarlas algún día.

- ¿Pueden no gritar? Sí, hoy cuando llegué tarde con mi hermano Dylan lo presentó.

- De algo no hay duda, está buenísimo- dijo Emma con satisfacción.

- Es un idiota.

- ¿Cómo se llama?

- Jacob

- Vaya vaya... Dos veces nos cruzamos y ya andas hablando de mí- Me di vuelta y ahí estaba. Mierda.

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