- Bueno, normalmente se supone que si alguien te ayude a mover tu coche y te lleve a tu casa se responde con un gracias- Estoy bajándome del coche cuando dice estas palabras.
Todo el bendito trayecto fue incómodo, fue en silencio total, ni siquiera la radio estaba encendida, sentía la piel de cuero en mis muslos y eso me ponía más incómoda, es extraño esa sensación porque es fría y te causa un respingo pero luego se vuelve cálida hasta el punto de hacerte sudar los muslos, primera y última vez que me subo a un coche con asientos de cuero en falda.
Quedé decepcionada, porque juraba a que usaba motocicleta como típico cliché no un auto deportivo negro, aunque ese también hubiera sido una buena opción para un cliché.
Básicamente fui todo el camino viendo por la ventana imaginándome clichés en ese coche, en uno estábamos los dos solos después de pelear por alguna tontada y terminaba montada encima de él, y ¿por qué me los estuve imaginando?, porque quiera o no es una guapura, no es lo más guapo que he visto en mi vida pero tiene lo suyo y además de las casualidades que se han ido formando dan suficiente material para que mi imaginación empiece a volar. Vaya, necesito salir.
-Normalmente cuando conoces a alguien se conoce primero antes de pegársele a la persona como garrapata- No me pienso ir sin darle las gracias, seré muy grosera y lo que quieran pero malagradecida jamás. Es algo que me inculcó mi madre, me contó que cada gracias que dábamos de corazón, la tierra lo sentía y hacía una estrella en el cielo. Era fácil manipular con ese truco a una niña de seis años fascinada por el cielo estrellado que aparecía en las noches y que nunca daba las gracias.
- Normalmente cuando conoces a una persona no sientes sensaciones extrañas- Lo dice en un tono de obviedad que molesta, bueno, en general él molesta.
- Normalmente pasa eso, se le llama estática, o sea la carga eléctrica que se encuentra estacionada en un objeto que no está en movimiento. Cuando sientes esa sensación como de electricidad que te recorre el cuerpo es porque la electricidad pasa de una persona que ha acumulado la carga estática hacia otra que funciona como conductora. - Sigo parada con la puerta del coche abierta por lo que puedo verle la sonrisa burlona que se queda estampada en su cara. Esa sonrisa le llega hasta unos ojos amielados que ahora me miran burlándose de mi. Rompe el contacto visual solo para salir del coche, no estoy entendiendo nada, ¿para que sale?, cierro la puerta al igual que él hizo, solo lo observo rodear el coche y de un pestañeo ya está enfrente mío.
-Muy bien Laura, entonces dime, ¿suele suceder a menudo y específicamente con una persona?- Es que esté tipo planea que le de la razón, que se vaya sentando porque esto irá para largo.
Bueno mejor no, porque hice que parara enfrente del restaurante de sushi que queda de camino al ir a mi casa, no planeaba que conociera mi dirección en lo absoluto, y necesito comer ya ese teriyaki.
Le estoy mirando desafiante, él me devuelve la mirada con la misma intensidad que me ha estado dando en todo el día, esos benditos ojos, Dios mío ¿es que acaso todos los hombres saben cómo hipnotizarte con la mirada?
-Puede que nunca hayas sentido la estática, esa no es culpa mía, ahora si me permites, tengo una cita que atender- Le doy la espalda, pero voltee al escuchar que carraspeaba. Dios santo que se vaya ya o me lo voy a comer a él antes que al teriyaki.
- Primero que nada, que terca eres, yo no llamaría estática a lo que siento cada que te toco y segundo ¿cita?- Enarca una ceja que parece pintada al carboncillo.
-Con un rico arroz teriyaki, ahora si me disculpas- Sigo caminando hacia el restaurante, solo volteo para ver qué se está subiendo a su carro para gritarle
-Hey gracias, te debo una- Lo último que veo es como cabecea, se mete al coche y arranca.
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Siento la brisa fría abrazarme con ganas, el cielo esta tan estrellado que puedo ver, gracias a la luz de las estrellas, la figura de la persona que está enfrente mío.
-¿Crees en el amor?- Está alzando la voz para que lo escuche, es una voz grave y suave, como una voz de locutor, pero de un canal no apto para menores.
-Si- Tuve que alzar la voz igual, está alejado de mi, no me gusta que esté alejado de mi. Aunque es extraño, no se quién es él que está parado frente a mi, siento reconocerlo pero no logro identificarlo.
-¿Crees en el destino? - Sigue lejos, no lo quiero lejos, ¿tanto le cuesta dar diez pasos y acercarse?.
-Sonará cliché pero si- Escuché una risita burlona y el crujido del suelo bajos sus pisadas.
-¿Crees en la vida después de la muerte?- Da otro paso hacia mi.
-No- ¿A donde quiere llegar con esto?
-¿Crees en la reencarnación?- Lo siento acercarse, es extraño, pero puedo sentirlo, es como si, sintiera su calor aún cuando esta a más de medio metro.
-No, no tendría mucho sentido- Siento que se detiene.
-¿Por qué crees eso?- Quiero verlo.
-Porque que sentido tendría vivir una y otra vez sin recordar lo que viviste antes, ser otra persona, vivir otras cosas o desear vivirlas cuando puede que ya las hayas vivido y no las recuerdas.
-Para eso están los sueños y lo deja vu, ¿no crees?, puede que sean imágenes de vidas pasadas o momentos que ya vivió tu alma antes de ser otra persona, el alma no cambia, lo que cambia es la persona en la que le ha tocado vivir, el alma va cambiando por las experiencias que vive pero su esencia sigue siendo la misma y siempre tiene algo nuevo que aprender.
-Puede ser- Y puede ser que si deja de hacer tanta pregunta y se acerque al fin, podré saber quién es.
-¿Crees en las almas gemelas?-Da otro paso.
-Si, pero sería complicado encontrarla.- Vuelve a parar. Dios mío, quiero saber quién eres, deja de parar y acércate ya.
-¿Por qué crees eso?- Está más cerca, ya no alza la voz, está hablando normalmente.
-Porque puede que haya nacido en otra época, antes o después que tú, en lugares remotos, es muy poca la probabilidad de encontrarla en el mismo lugar, mismo espacio, misma época. -
-¿Crees en el amor incondicional?- Claro que creo en el amor incondicional, es la clase de amor que me demostró mi madre al esconderme y entregarse ella para que pudiera crecer, es la clase de amor que me ha demostrado mi tía todos estos años al criarme como su hija. Claro que creo.
-Si- No necesitaba pensar para dar esa respuesta.
-¿Crees en mi cuando te digo, que llevo buscándote vidas enteras? - Está más cerca, está tan cerca que si estiró la mano puedo tocarlo, su voz, su olor, su calor, todo me abruma, hasta su pregunta me ha mareado un poco.
-¿Qué tú qué?- No estoy entendiendo nada, ¿a qué venía con tantas preguntas? ¿Por qué le interesan mis creencias? ¿Por qué demonios está diciendo que me ha estado buscando vidas enteras? ¿Es que acaso ha vivido más de la normal? ¿qué se ha fumado antes de estar aquí?.
-¿Crees en mi cuando te digo, que te he amado vidas enteras?- Da un paso más, ni siquiera hace falta estirarme para tocarlo, no puedo levantar la mirada, antes quería verle, ahora no, sus últimas dos preguntas me han turbado, ¿quién es este extraño que dice haber vivido más de una vida y que además me ha estado buscando y me ha amado durante todo ese tiempo? ¿Que demonios se fumó?
- Dios santo, estoy segura que te metiste algo muy fuerte antes de venir, porque de qué te metiste algo te metiste algo en eso si no hay duda. - Puedo sentir cómo se estremece su cuerpo cuando suelta la carcajada. Está tan cerca, no lo quiero cerca. Me toma de la muñeca y una electricidad me recorre, arde, pero arde bien, me estremece.
-¿Ahora me dirás que lo que acabas de sentir, es estática?-
Suena de fondo una tonada que me saca de esa noche brillante y esa brisa fresca.
Ha sido un sueño y es el tono de mi celular.
Me están marcando y yo había estado dormida.
Aún tengo baba en la mejilla cuando respondo la llamada. No hablo si no que espero a que respondan porque ni siquiera he checado quién me ha marcado.
-Se te debe de haber olvidado que me debes algo o no estarías dormida- Escucho la voz burlona de Sebastián al otro lado de la línea, casi puedo verle la estúpida sonrisa. -Así que, hazme el favor de arreglarte que te recojo en media hora, no quiero peros ni excusas, prometido es deuda, y una cosa más, como llegue y no estés arreglada, te arreglaré yo mismo, así que tú decides- Vaya esa idea no suena tan descabellada.
-A la orden capitán- Hago la seña de obedecer, hasta que caigo en cuenta que él no me está viendo.- ¿Como sabía que estaba dormida?-
-Laura, casi te escuche roncar cuando contestaste, y ademas no contestaste con tu típico "Sea lo que sea que vendas, no lo quiero"- Se me escapa una risita, lástima que aprendí a contestar así a la mala, se volvió una costumbre y una burla entre mis amigos. -Ya estás advertida- Dios mío, bendice ese tono amenazador que acaba de usar y déjame ponerlo de tono de llamada. Colgó
No recordaba la cita que le había prometido, y a la que no pensaba asistir, estoy pensando en la posibilidad de ver si es capaz de arreglarme él mismo, me pongo roja nada más imaginarlo quitándome la camisa, santo señor necesito salir.
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Entrelazados
Teen FictionSus destinos estaban entrelazados por amor, más sin embargo, estos se romperían por un extraño suceso, pero el egoísmo de él los obligo a unirse de nuevo, no la quiso dejar partir, ahora tendrá que pasar toda su vida buscándola. ¿Estarías dispuesto...