Entrelazados

Capitulo 4: Amapolas y promesas

Estoy dentro buscando a Sebastián para que me lleve a casa, creí que vendrían más conocidos pero o mayoría de aquí ni siquiera los había visto en mi vida.
-Así que básicamente viniste a estar en el patio de la casa.- Me sobresalté al sentir el aire que recorrió mi oreja. -Vaya no suena tan interesante para ser una de las chicas más populares del curso- Ni siquiera necesite voltear para reconocer es voz, estoy empezando a reconocerla fácilmente, aunque siento que ya la conocía, ese sentimiento no se desvanece, se hace más fuerte con cada palabra que le escucho decir, ese timbre, esa suavidad al hablar, ese tono, en general, siento que la conozco más que la mía propia pero no la conozco en absoluto al mismo tiempo.
-¿Qué esperabas? ¿Qué me emborrachara y bailara encima de las mesas como lo está haciendo...? -Me quedó un momento sin palabras, Ana si que lo está haciendo- ¡Demonios Ana, bájate de ahí!- Le estoy gritando para que se baje, intento ir hacia ella pero siento como mi muñeca arde, me ha detenido.
- Primero, puedo saber por cómo dirigiste tu mirada hacia tu muñeca que sigues sintiendo tu preciada estática, segundo no me respondiste allá fuera y tercero ¿sabías que es descortés dejar a las personas hablando solas? - Entre la oscuridad con las luces bajas, sus ojos parecen dos lamparas de gas relampagueando.

-Contéstame Laura, ¿crees en el amor?
-¿Por qué esa pregunta?
- Mera curiosidad
Me levante, agarre mi bolso y comencé a caminar a la salida del patio. No pensaba quedarme ahí, el aire se había puesto tenso, prefiero el aire alcoholizado de la fiesta.
-Hey hey hey ¿a dónde vas?
-Lejos de ti
-¿Por qué te quieres alejar de mi? ¿Acaso yo...?
No lo dejé terminar porque ya había cruzado la cerca y me dirigía hacia la casa. Maldito raro.

-¿Sabias que cuando una persona deja a otra hablando sola es porque no la quiere escuchar?- Me intento soltar de su agarre pero en lugar de conseguir que se afloje solo consigo que se vuelva más fuerte. -¿Y sabías también que si una persona se intenta soltar, lo más normal es dejarla ir?- Le levantó mi brazo con su mano en el y lo zarandeó como prueba.
-¿Sabias que si alguien retiene a una persona es por que no quiere dejarla ir?- Me sostiene más fuerte pero sin llegar a hacerme daño. Me molesta muchísimo que me contesten una pregunta con otras, es decir, yo lo puedo hacer pero ellos a mi no.
-¿Y sabías que retener a una persona en contra de su voluntad es un delito que se le conoce como detención ilegal y es castigado con cuatro o seis años de cárcel?- Sigo jalando pero no me suelta y estoy comenzando a preocuparme porque Ana sigue bailando sobre la mesa y creo observar más de un celular grabando, necesito sacarla de allí ya.
-¿Sabias que eres una sabelotodo? Van dos veces que me das definiciones precisas sobre algún tema que estemos hablando- Siento las descargas, y se que las estoy ignorando, al igual que él, estamos más concentrados en respondernos mutuamente que en pelear por las descargas que se están haciendo comunes en solo un día.
-Primero que nada necesito que me sueltes por favor, ¿ves a Ana? Hay más de un celular grabando y no quiero que vaya avergonzada a la escuela y segundo son preguntas de cultura general todo mundo debería de saberlas.- Su agarre aflojo, e iba a seguir caminando pero me volvió a detener, esta vez jale bruscamente y me soltó. Necesito llegar a Ana ya, se está subiendo la falda, Dios mío, bájale esa falda por favor te lo suplico.
-¡Ana Montes exijo que te bajes de la mesa y te bajes esa falda!- Ya me vio, me está saludando, okey mínimo detuve que su falda se subiera de más, estoy cerca la puedo alcanzar. - ¡Idiota dije que te bajaras la falda no que te la quites, no te la quites, no te la quites!- Estoy desesperada, estoy llegando, solo falta un poco más. Dios santo por favor te ruego que esté tan borracha que ni siquiera logré bajarse el cierre.
Alguien detrás de ella la ha bajado, y la lleva cargando sobre los hombros, más vale que sea alguien bueno y amable porque si es alguien que le quiere bajar la falda pero en privado se las verá con mi bolso. En cuanto la veo abajo siento que puedo respirar mejor, debieron de haberme salido dos o tres canas por el estrés.
Estoy siguiendo al chico que la trae, se que va a salir de la casa y claro cómo iba de negro se me pierde rápido entre la gente, que puta necesidad tienen de vestirse de negro, ¿acaso no saben qué hay más colores además del negro? Estoy fuera de la casa pero no los visualizo. Dios mío ¿y si la violan? ¿Y si la raptan? ¿Y si la usan como esclava sexual?