Molly es bipolar.
Si esto seguía así, no podría ser su amigo.
Estúpido Alex
Decidí correr para alcanzarla. Vivía a el otro lado de mi casa pero ya me las arreglaría para volver. Cuando doble una esquina noté que caminaba muy despacio, como si disfrutará el camino, o como si no quisiera llegar a casa. Corrí para encontrarme detrás suya y le tocqué el hombro. Ella se sobresalto pero no me miró. Siguió caminando.
-¡Hey! No tienes que asustarte. Soy yo.
-Hemmings, te dije que no es bueno que te juntes conmigo.
-¿Por qué? No le voy a hacer caso al estúpido de Alex.
-No le conoces.
-¿Crees que después de esto tengo interés en conocerle mejor?-Dije sonriendo mientras me señalaba el ojo, el cual me dolía, pero no tanto.
-Suena como si estuvieras orgulloso de que te hayan pegado. Alex pega muy fuerte-Y no supe qué decir. La miré con los ojos bien abiertos, pero ella estaba mirando para adelante.
-¿Alex te pegaba?-Traté de musitar, me encontraba demasiado nervioso. No imaginaría que alguna vez ese chico llegar a pegarle a una mujer, y menos a una tan frágil como Molly.
-No-Hizo una mueca, trate de tomarla como si se estuviera riendo y me la imaginé pegándome en el hombro despacio mientras sonreía y con la otra mano se sacaba el pelo de la cara. Y por un momento Molly despertó algo en mí-Alex no haría eso.
-¿Y como sabes que pega fuerte?
-El hace boxeo 3 veces a la semana y los fines de semana compite.
-¿Esta en las ligas mayores?-Me reí para tocarme la herida-No quiero imaginarme lo que va a decir Ash cuando me vea, se preocupará mucho y tendré que decir que me lastimé cuando me caí en Educación Física. Es como una madre-Traté de hacerla reír, pero esta vez ni una mueca salió de su cara-Vamos trato de hacerte reír y no lo haces.
-No todas las cosas son graciosas, ¿Sabés Hemmings?
-¿Por qué estas tan triste y sola todo el tiempo?
-Muchos la llaman depresión. Pero yo no acepto tener esa enfermedad. Todo el mundo dice que la sufro, y no es así-Pero sin embargo, me puse a pensar en esa posibilidad. Podría buscar los síntomas de la depresión después en Internet. Aunque Molly parecía saber bastante sobre el tema.
-No creo que piensen que sufres eso.
-Créeme, si lo hacen.
-¿Y como lo sabes?
-Todo el mundo juzga sin saber.
Y después de esa frase, ninguno de los dos dijo nada en todo el trayecto. Iba mirando las calles para ubicarme para luego, poder volver a casa. Al llegar, ella solamente me dijo que sería mejor que me vaya antes de que alguien nos viera juntos ahí y ni siquiera me saludó con la mano. Me quedé mirando la ventana de la casa para ver si ella saluda por la ventana o algo por el estilo, pero no lo hizo. Entonces volví para casa.
Molly me estaba haciendo la vida imposible. Primero, no me habla, escribe en su cuaderno sobre mí. Ya me he ganado un nuevo enemigo, Alex, del cual ya me he llevado un buen porrazo. Y para finalizar, Molly me da una oportunidad y luego me la rechaza.
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Al llegar a casa subí a mi cuarto y deje la mochila sobre la mesa. Bajé a la cocina y abrir el frigorífico. Ash está detrás mía. Espero que no vea mi ojo.
