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Después de un largo y agotador día lo mejor que podría hacer era descansar pero no, ese no era su caso, estába muy molesto y necesitaba desquitarse con algo, más bien con alguien.

Manejó a un bar entre muchas comillas en realidad ya que de eso se disfrazaba, uno que era reconocido y a la vez no. En realidad no era un secreto la prostitución incluso en Corea había burdeles y claro que eran frecuentados, muy frecuentados podríamos decir. Apagó el auto y bajó un Ferrari del año así que muchos en la fila para entrar se quedaron viendo, no le tomó importancia; Una ventaja de ser él, no tenía por qué hacer fila, esas tediosas filas que los demás sí. Cuando abrieron el paso sin ni siquiera una queja solo pasó ignorando los gritos y lloriqueos de las personas en esta.

Su plan claramente no era tomar alcohol hasta perderse, su plan era encontrar un buen par de piernas y meterse entre estas, no de alguna persona que llegara y se ofreciera por un polvo, al ir a un prostibulo era evidente que sería por un prostitute, le daba igual el género ya que era bisexual, aunque tal vez prefería un hombre está vez ya que estaba cansado de las vaginas y los gemidos en voz femenina, no malinterpreten, a veces era bueno cambiar de tendencias no siempre andar con lo mismo por que lo aburría según él. Caminaba y chicos y chicas lo miraban, apresuró el paso a donde estaban los que trabajaban prostituyendose en el lugar, había fila pero claro que no la haría simplemente empujó a la gente escuchando reclamos y callando a los segundos cuando notaban de quién se trataba.

- Jeon, es un gusto verlo por acá hace tiempo no lo veía. - Dijo con una sonrisa quien cuidaba la entrada a esa zona VIP, lo hizo rodar los ojos.

- Solo vine por sus servicios, quiero de los mejores del sitio, déjame pasar yo escogeré. - Su semblante era serio estaba muy molesto, el área de allá estaba llena de los que se prostituian y variaban mucho los precios, dependiendo si eran apuestos o por que la experiencia sexual era demasiado placentera.

- Claro, en seguida llamaré-- Interrumpió al hombre antes de que terminará dicha oración, con un poco menos de paciencia.

- Déjame pasar, yo lo escogeré, pagaré lo que sea. - Asintió el sujeto y quitó la cinta roja dejándolo pasar, las luces de colores a penas dejaban ver con claridad, en esa zona había personas bailando en los tubos pero no les prestaba atención. Miraba a las personas que trabajaban ahí, seguro los de la mera entrada en esa zona eran los menos costosos, quizá ya que eran personas más mayores de esas y eso les quitaba un poco el atractivo, bueno al final fue a donde estaban los más costosos, esto se podía saber ya que ellos simplemente se mantenían cerca de la barra y haciendo caso ameno a las otras actividades, esperando porque un cliente llegara y les sacara algo de platica antes de llevárselos a la cama. Muchas de estas personas lo miraron y unas se quisieron acercar, claro no todos los días tienen la oportunidad de acostarte con alguien tan guapo y reconocido como lo era el, raro no ser follado por alguien con unos 100 kilos de más y cara de mierda.

Sin embargo nada lo convencía, esos rostros bonitos y llenos de maquillaje de notaban tan comunes, miraba y nada más bien nadie quería llamar su atención. Estuvo así un rato, le extrañaba que en uno de los mejores prostíbulos de Seúl no hubiese encontrado ya a alguien semejante a su tipo de persona en atractivo, hasta que en el fondo casi en una esquina sentado en uno de los sillones de cuero noto a un chico de cabello rubio llamativo que relucia a pesar de la oscuridad en la zona donde se encontraba y que tenía su mirada gacha, esto fue lo que le hizo sentir más curiosidad, aunque el lugar estaba lleno de ruido más que nada ya que "El gran Jeon Jungkook estaba ahí" a ese chico en específico parecía no importarle, podía notar que era ajeno a todo incluso como si ignorara el lugar en donde estaba. Lo miró un poco más conforme quiso acercarse, la oscuridad del lugar ya que en esa zona no había muchos focos como donde estaba todo el espectáculo de quienes bailaban en el tubo. Se dirigió a la barra donde pidió dos tragos, posteriormente los tomó, eran de whisky uno de sus favoritos y de la barra fue que caminó hasta llegar a su donde estaba sentado aquél chico. Aclaró su garganta una vez que llegó y el otro levantó su vista así mirándolo, se miraban mutuamente a los ojos en ese momento y decir que sus ojos tenían un brillo extraño pero tan malditamente atrayente, sus labios gruesos y desvío su mirada al cuerpo del muchacho pudiendo notar que tenía un maldito físico de pecador para chuparse los dedos, definitivamente ese era su tipo y tendría sexo con el sí o sí. Sonrió lascivo y se sentó a su lado.

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