So this is what you meant
When you said that you were spent
And now it'time to build from the bottom of the pit
Right to the top
Don't hold back
Packing my bags and giving the Academy a rain check
I don't ever want to let you down
I don't ever want to leave this town
Cause after all
This city never sleep at night
It's time to begin, isn't it ?
I get a little bit bigger but then I'll admit
I'm just the same as I was
Now don't you understand
I'm never changing who I am
--------------------------------
-Aquí, es aquí, para aquí.- Me dijo Camila.
- Gracias por traerme- Le dio un beso a Dinah y otro a mi.
-Hasta mañana Dinah- me miró- ya nos veremos supongo -Asentí.
La vi bajar del coche viendo como se alejaba y no pude evitar fijarme en su enorme trasero.
-Lo sé- Dijo de repente Dinah y no pude evitar sonrojarme al darme cuenta de que mi sobrina me había pillado viendole el culo a su amiga- Yo también lo quiero- continuó y se me escapó una pequeña risa. De pronto Camila se giró al encontrarse delante de la puerta de su casa y se despidio con su mano a lo lejos.
-CAMILA-grité- Te gustaria venir a comer con nosotras? No nos vendría mal un poco de compañia- mierda Lauren que estás haciendo, pensé.
-SIIII- Una animada Dinah apareció- VEEEN!!
-Yo invito- Le dije.
Y volvió a caminar hacia nosotras.
-Si insistes-Dijo bromeando y se subió de nuevo al automóvil.
Se pasó el camino hablando con Dinah y por lo que me enteré eran mejores amigas, me extrañó no haberla conocido antes lo que me hizo pensar de que hacía bastante tiempo de que no estaba con Dinah. Era de Cuba al igual que yo pero su niñez la había pasado en México ya que su padre es mexicano. Llevaba unos cuantos años en Nueva York y jugaba a softball. No voy a mentir, no la escuché demasiado, me pasé todo el camino al restaurante contemplandola, observando todos sus gestos, cada detalle, sus imperfecciones, todo.
-LAUREN!-Gritó Dinah de la nada- Se puede saber que estas haciendo? Hemos llegado al restaurante hace 20 minutos y en vez de parar no paras de dar vuelta!
-Y me muero de hambre!- Me reclamó Camila.
-Vale vale lo siento!-Aparqué- Veis? Ya hemos llegado par de dramáticas.
Bajamos del coche y nos dieron una mesa. Era uno de los mejores restaurantes de la ciudad en pleno Manhattan. El mayor secreto de la ciudad, solo unos afortunados sabían de su existencia y los precios eran increiblamente elevados. Se encontraba en pleno Central Park, no se veia ni un solo edificio, no se veía ni un solo coche, no había rastro de alguna ambulancia;nada. Todo verde. Pura naturaleza en Manhattan. Era una especie de casa de árbol muy sotisficada y alta. Nos dieron una mesa con unas vistas maravillosas, veiamos como los pajaros saltaban de una rama a otra, como las hojas de los arboles soplaban con el viento, los niños jugaban y los jovenes se besaban. Este sitio era mio y de Dinah, nunca había traido a nadie aquí, ni si quiera a Julia, sabía que aquí nadie me iba a encontrar. La naturaleza, la tranquilidad del sitio te hacía olvidar a la argetreada Nueva York. Aunque supongo que ahora también era de Camila. Empezó a llover y fue maravilloso. Los padres corrían y se llevaban a sus hijos, los animales es escondían, las gotas de agua despertaban aquellos sin hogar que dormían en bancos, los adolescentes se iban y los ancianos también, poco quedaba en Central Park y por un momento me creí Holden Caulfield.El techo del restaurante era de cristal y notabamos como la lluvia caía sobre nuestras cabezas y no nos tocaban. El cielo estaba negro y empezaron a hacerse visibles algunos truenos. Era todo un espéctaculo. Yo estaba fuera de mí en esos instantes. Belleza. Belleza era todo en cuanto veía mi corazón lloraba por dentro al ver tanta. Donde sea que mirase me tropaba con sus ojos. Era la mujer más bella que había visto en mi vida y cuanto mas lo pensaba mas lo creía.
-Entonces Lauren como te ganas la vida?-Preguntó Camila sácandome de mis pensamientos
-Supongo que no cualquiera puede pagar esto-se gira a mirar a Dinah- Siempre es así de empanada?
Si supieras que solo pienso en ti.
No dejé contestar a Dinah.
-No. Soy empresaria, tengo mi propia empresa.
-De que?
-Enserio te importa?
- jajaja tienes razón, empiezo a entender esa vestimenta. Cuantos años tienes?
-27 y tú?
-Pues mi edad?- salió Dinah, mierda Lauren concéntrate.
-Asi que tienes novia?- Continuó Camila.
-Ajá. Tu no tienes novio?
Se rió- Tengo cara de ser de relaciones? Soy un espirítu libre- concluyó.
-Nunca te has enamorado?
Y Camila no paraba de reirse.
-Digamos que lo del principe y la princesa, el rollo de los cuentos de hadas, no van con Camila.
De la nada Camila sacó un cigarrillo.
-Aquí no se puede fumar.- Dije.
-Me da igual- dio una calada- Por que eres tan amargada no eres tan vieja.
-Camila estamos en un restaurante en el cual esta prohibido fumar sino dejas de hacerlo tendré...
- Qué? Qué vas a hacer Lauren?
Maldita niña, me estaba poniendo nerviosa. Era amiga del dueño del restaurante, y este, estaba prácticamente vacío por la lluvia, así que en realidad no importaba si fumaba, pero no iba a permitir que hiciera lo que le venga en gana.
-Cuantos años tienes Camila?
-Oh no ahora no me vengas con ese rollo de madurar.
-Tal vez deberías.
-Porque? Para ser como tú? Creo que paso.
-Disculpa por no ser una niñata maleducada como tú y tener un poco de respeto hacia las personas.
-Que me has llamado?
-NIÑATA!
Me dio una cachetada, sisi una cachetada, no una bofetada no, una cachetada, como en las telenovelas, con el acento latino, cono ese toque de dramatismo, una buena cachetada. Me quedé perpleja, una niña de 17 años me había pegado. El silencio inundo la sala. Dinah no decía ni una sola palabra, solo me miraba con la boca abierta esperando mi reacción, hasta a mi me parecía surrealista la situación. No me habían pegado en la cara en mi vida, sentía como ardía mi mejilla y nunca fui demasiada buena para el dolor.
Se la devolví.
ESTÁS LEYENDO
I want to hold your hand (Camren)
RomanceMi vida iba bien. Tenía 27 años y era una empresaria de éxito. Una novia preciosa y una casa de ensueño. Mi vida iba bien. Todo el mundo me envidiaba, todos querían estar en mi puesto. Mi vida iba bien, pero entonces conocí a una chica de 17 años q...