Estaba sentada frente a ella, me había pedido disculpas al tomar una llamada importante y aquí estaba yo, viendo cada una de sus expresiones faciales al hablar; por momentos parecía que estaba enojada y luego parecía más calmada y yo seguía aquí simplemente admirándola como una de las obras más importantes de un museo, sabía que eso era una cuchilla de doble filo, me he creado un mundo desde que la vi por primera vez y no sé si ella va a corresponderme, sea lo que sea debo tenerla más cerca de lo que la tuve estos años.
Podía pasar toda la noche así, ella sentada frente a mí y yo observándola, no quería que la noche pasara, no quería que el reloj avanzara ni que ella se alejara de mí, estuvo conmigo en mis sueños cada noche y aun no era en sus brazos en los que despertada, ahora que la tengo aquí debo hacer que eso suceda.
—Disculpa, era mi novia informando que no podía asistir al inicio del abierto de golf— y aquí mi mundo inventado destruido por una simple oración.
—No hay problema— dije intentando sonar tranquila, tranquilidad que simplemente no tenía.
Pedimos las hamburguesas, debo admitir que el tema de su novia no me tenía cómoda, hablamos de su pasión por el golf, de mi gusto por el baile y de algunos proyectos que tengo; parecía estar maravillada con todo lo relacionado a baile. Llego el momento de irnos, pagamos la cuenta y nos dirigimos al auto encontrándonos que afuera había prensa, esto sería un caos que no quería ver mañana, subimos al auto y nos dirigimos a la casa de Lau.
Luego de varias canciones, risas y un par de miradas de mi parte llegamos a la casa, informe a Max que me esperara en el lugar porque los autos y yo hasta el momento no nos llevamos bien, intente conducirlos y ellos solos chocan con alguna pared, lo juro no soy yo, son ellos.
—Gracias por la cena, me divertí mucho contigo— dijo desabrochando el cinturón para acercarse a mí a darme un abrazo, yo nunca he sido lanzada pero creo que esta será la primera vez; terminó el abrazo con intenciones de salir y con un movimiento rápido sujete su mejilla , la mire a los ojos y me quede congelada, confirmo que esos son los ojos más bellos que han de existir, mis ojos bajaron a sus labios y me fui acercando hasta que sentí como su aliento chocaba con el mío, estaba demasiado cerca ya era inevitable no besarle y ella no se había alejado, choque mis labios con los de ella iniciando un beso suave pero que a mí me ha movido todo; con los ojos cerrados escuche como gimió y aumente la intensidad del beso, sentí como sus labios acariciaban los míos con más vigor, nos separamos en busca de aire y nos miramos a los ojos un par de segundos que para mi parecieron eternos.
—Buenas noches Poché — dijo con intenciones de salir pero no había desagrado al contrario, pareció haberle gustado.
—Buenas noches Daniela— respondí besando su mejilla— que descansases y suerte con tu juego.
—Dime "Calle" así me dicen mis amigos— Sonrió y bajo del auto dejándome con un mar de dudas luego de eso ¿acabo de entrar a su friendzone? Después de un beso así nadie me entra en una friendzone.
Max subió al auto luego de que "Calle" entrara a la casa e íbamos en camino a mi departamento, segunda noche durmiendo sola pero a diferencia de la anterior sentía la necesidad de estar sola para ordenar el mundo que había creado en mi cabeza; llegamos al departamento, me quite la ropa y tome una ducha para intentar relajarme pero fue en vano, no podía creer que la bese luego de saber que tiene novia y pretendo que haya algo más, soy muy estúpida.
Me coloque de pijama el tshirt más grande que tengo y unas bragas, me tire en la cama y no tarde en caer en los brazos de Morfeo.
El sonido de mi celular interrumpió mi sueño y sea quien sea me las va a pagar, alargue mi mano hasta mi mesa de noche, tome mi celular y vi que eran las 10 de la mañana y Lau era quien me llamaba.
—Espero que sea muy importante lo que me tengas que decir que me estas despertando— no disimule mi enojo al tomar la llamada.
—Estas en todos lados hoy, tienes suerte si solo yo te he llamado— dijo en tono de burla— Entonces ¿la gran estrella del golf Daniela Calle y coreógrafa de estrellas Poché tienen una relación?
— ¿QUÉ? ¿QUE MIERDA HABLAS LAURA? NO ESTOY DE HUMOR PARA TUS BROMAS— respondí enojada, Laura seguro se había enterado que salí con Calle y me había llamado para burlarse como la noche anterior.
—No lo digo yo— intento defenderse — Lo dicen en twitter y hasta apareciste en televisión, realmente es una buena foto, deberías colgarla en tu sala— dijo en tono de burla sacándome de quicio.
— ¿De qué foto hablas? — dije poniendo los ojos en blanco como si ella me pudiera ver.
—La de Calle y tú saliendo de un sitio de comida rápida anoche— y ahí caí en cuenta, ese era el caos que no quería ver, sabía que la prensa iba a alterar todo y que hoy apareceríamos en todas partes.
— ¿Has visto a Calle? — pregunté queriendo saber la opinión de ella sobre el tema.
—No, salió muy temprano para el campo de golf— y ahí recordé que hoy era su juego — ¿Iras a ver a tu nueva novia hoy? — y sí, yo era el hazme reír de Laura en estos momentos.
—Cuando no te quieras burlar de mí, me llamas— respondí con malhumor y colgué sin esperar su respuesta.
Definitivamente había iniciado el día con el pie incorrecto, me levante de la cama, me di una ducha y me puse ropa cómoda. Decidí que pasaría por la academia a ver cómo van las clases aunque hoy fuera mi día libre, tenía muchas ganas de ver a Papá y a Vale que seguían de viaje grabando un serie en la que Vale era la protagonista, estaba realmente orgullosa de lo que mi hermanita había logrado y sé que mama estaría más orgullosa.
Iba camino a XDA cuando Pau me llamo para saber si nos podíamos reunir en Cream, así que le pedí a Max que cambiara de ruta y cuando llegue me encontré a una Pau con cara de pocos amigos sentada revisando su celular.
—Hola Pau— dije acercándome con intenciones de besar tu frente.
— ¿Entonces no conocías a ninguna Daniela? — preguntó Paula alejándose de mi para evitar que la toque.
Twitter: @iamEIP
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Mi Enigma | Caché
FanfictionLo más extraño es que me sentía en paz, algo que nunca había sentido, me sentía bien, como si hubiese encontrado mi lugar perfecto.