Cuando Nadie Ve

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Salí segundos después de que ella lo hizo, no quería que Laura y Lucia sospecharan lo que sea que pasa entre Calle y yo.

— ¿Por qué tardaste?— Preguntó Lu mientras recogía sus cosas para por fin salir.

—Fui al baño— respondí llegando hasta ellas.

— ¿Vas con nosotras?— preguntó a Calle.

—Tengo cosas que hacer esta noche— respondió.

— Esta bien, nos vemos mañana— se despidió con un beso en la mejilla— Saludos a Amalia— finalizo.

La mirada de calle viajo hasta donde estaba luego de que Lucia dijera esto, la mire unos segundos más y me dirigí hacia la puerta.

*

En insomnios la noche realmente prometía, nos dirigimos a una de las zonas vip, la música era realmente buena y el Dj encendía todo aún más, pedimos una botella de vodka y comenzó la fiesta.

— ¿Bailamos?— preguntó Laura.

Nos dirigimos las tres a la pista, después de tres horas de bailar, saltar y reír, el alcohol ya estaba teniendo efecto sobre mí y recordé a lo que me había dicho Calle.

"—Te espero cuando termines de celebrar — dijo dejando un beso en mis labios— Felicidades bebé."

¿Ir o no ir? Esa es la pregunta con la que está luchando mi mente ahora mismo, no sé si sería lo correcto, no sé si ser su amante y disfrutar de ella sabiendo que después no habrá más, no puedo tratarla como una más y eso es lo que hace que todo sea más difícil.

— ¡Vamos! Eres María José Garzón y nadie puede jugar más sucio que tú— susurré para mí — Si Daniela Calle quiere jugar, que elija muy bien sus armas— murmuré, intentando convencerme de mis propias palabras.

Le escribí a Max para que pasara por mí y cuando estaba afuera decidí despedirme de Laura y lucia para quienes la noche aún era joven.

— ¡Buenas noches Poché!— dijo Max mientras abría la puerta del auto para mí.

Para que Max dejara de llamarme "Señorita María José" tuve que amenazarlo con despedirlo unas 6 veces, es la persona más fiel que conozco y me ha dado muy buenos consejos en el tiempo que tiene trabajando para mí.

— ¡Buenas noches Max!— respondí subiendo.

— ¿Vamos a casa?— preguntó antes de poner el auto en marcha.

—Al departamento en Wilshire Blvd donde me buscaste la otra mañana.

— ¡Entendido!

Todo el camino estuve mirando por la ventana perdida en mis pensamientos, estábamos a punto de llegar y mis nervios me comenzaban a traicionar.

Llegue al mismo lugar del que había salido hace unas horas, me baje del auto y camine hasta el ascensor por el que había subido con Laura, llegue al último piso, camine por el pasillo hasta llegar a donde está la puerta.

¿Tocar o no tocar?

¿Irme o quedarme?

Segura de mis respuestas, toque el timbre esperando que ella pero no hubo repuesta, lo intente dos veces más pero nadie abrió; no esperaría un segundo más ahí, sabía que no era buena idea venir y creo que esto es una señal para no caer en su juego.

Iba caminando hasta el ascensor cuando escuche como la puerta se abrió detrás de mí, voltee y ahí estaba ella con un t-shirt más grande que su talla habitual puesto de pijama, por su cara me di cuenta que estaba durmiendo.

Mi Enigma | CachéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora