*En la Corte del Cielo, Despensa de Hanuman* *Poco después del capítulo anterior*
Afrodita: *escondida detrás de un arbusto* *musita* A ver si estos se mueven un poco y dejan de quedarse en esa puerta como idiotas.
Hanuman: *murmura* Venga, chico, que tú puedes hacerlo bien. Tampoco es como si no supieses actuar. Si los hindúes lo hacemos constantemente... *carraspea* *cambia su tono a uno más alto* Bueno, ¿ya hemos terminado con el cargamento aquí?
Hermes: *desde dentro del desván* Al parecer sí. ¿Reventamos el resto o qué? *asoma su cabeza fuera*
Hanuman: *vuelve a hablar en voz baja* No habíamos quedado en eso.
Hermes: *también en murmuros* Sabes que es la única solución, aunque quieras negarlo. Debemos reventarlos y sacarlos del negocio y de las pérfidas manos de Afrodita.
Hanuman: *habla en voz alta* ¡No! ¡Debemos preservar la especie! El cliente pagará más cuanta mayor cantidad haya.
Hermes: Ay, chico, que no aprendes. ¿No ves que esas actitudes se están cargando el mundo? ¡Hagamos como los americanos y quememos el exceso de producción! Ya tenemos suficiente con lo que hemos cogido.
Hanuman: *de vuelta a los susurros* Eso no tiene ningún tipo de sentido.
Hermes: ¡Pero no intentes callarme! ¡Hay que hacer algo!
Hanuman: *susurrando* Este era tu plan, precisamente.
Cosas random para todos...
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¡Son unos problemáticos!
RandomNo es que tuviésemos suficiente con los griegos, romanos, nórdicos y egipcios danzando por ahí y liándola parda, sino que tenían que aparecer también los hindúes. Fueron mencionados en el anterior libro, aunque solamente tuvieron el último capítulo...