ᴠᴇɴᴇᴄɪᴀ |ᴋ·ᴛᴀᴇʜʏᴜɴɢ| ✔

01; L O N E L Y boy

Las suaves cerdas del pincel danzaban sobre el fino lienzo tornándolo de un rojo claro, si fuera más espeso se podría confundir con la sangre.

El miraba a Mayra, la chica que llegó desde España hace dos años por un intercambio, ella se encontraba en la columna de la izquierda dos puestos más adelante de el peliazul, quien la miraba fijamente, no eran amigos, solo conocidos, a pesar de estar en la misma clase.El peliazul había elegido estudiar Artes Visuales, pues desde pequeño le llamo mucho la atención, y su padre en vez de oponerse, lo aceptó gratamente.

El día de hoy era muy especial para el joven, ya que llevaba un tiempo enamorado de la española.

—¡Mayra!— Llamó el peliazul, había estado practicando en las palabras que diría, pero todo aquello se le olvidó cuando la vio.

La joven de pelos marrones volteó, ella al ver quien la llamaba frunció el ceño confundida, el chico jamás, en su estadía en Corea, la había llamado, si bien sabía como se llamaba, jamás habían hablado, o al menos no fuera de clases, pero sólo para cosas de estudio.

—¿Si? Dime— Dijo acercándose.

El joven se puso nervioso, una cosa era imaginarse la situación y una muy distinta vivirla.

—Y-yo, yo quería decirte algo.—

—¿Es algo importante?  Es que tengo otra clase ahora— Dijo incómoda

—No te quitare mucho tiempo, sólo quiero que me escuches un momento por favor.— 

—Esta bien, dime— Al final, terminó aceptando.

Y así armándose de valor, dio un fuerte suspiro, y le dijo lo que sentía, lamentablemente ese no era el día indicado.

No, ella no era la chica indicada.

—Lo siento, pero... no tengo esa clase de gustos.— Ella dio un suspiro mirando alrededor, como si temiera que la escucharan. —Soy lesbiana— Dijo avergonzada

El sorprendido por lo que le dijo, se quedo en completo shock, quedándose con su boca abierta, y luego reaccionó y asintió pidiéndole disculpas por haberle hecho perder su tiempo y por haberla incomodado.

La vio alejarse, se sentía mal, a pesar de no ser el primer rechazo.

Y es que a lo largo de su vida universitaria, tuvo muchos rechazos,  y no es por que fuese feo, sino que simplemente ninguna quería nada serio con él y en parte él se había ganado eso.

Saliendo de la universidad, entró a su auto y se dirigió a su casa, a sus cortos 23 años aprendió a vivir en la soledad de su hogar, su mamá murió cuando le dio a luz, y su papá de igual manera, a sus 20 años, por un accidente en Venecia, cuando el iba de visita a su querida esposa, pues esta falleció en el mismo lugar donde el chico nació.

Su padre tras la muerte de su esposa, decidió volver a la ciudad natal de el y de ella. El siempre le dio un cariño inmenso, y jamás lo juzgo por la muerte de su madre, ya que solo uno de ellos podía sobrevivir, eligiendo a la criatura, siempre lo apoyó en todas las decisiones que el tomaba, y lo aconsejaba, mas el chico siempre necesitó esa figura materna que tanto buscaba, pero nunca lo obtuvo.