Epílogo

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Las cartas estaban sobre la mesa, un jodido lazo que no se podía romper estaba en su destino, y más que el vampiro no haya dado pasos hacia atrás y que todo lo que construyó se quedó en el pasado. Ahora un Doxy con poderes inimaginables estaba a su lado, con sus alas abiertas de par en par.

Se sentó en la cama y se pasó una mano por el rostro, luego se colocó de pie caminando hacia el gran armario y buscando una caja. Se dio la vuelta cuando escuchó el movimiento de la cama, encontrándose con la mirada de Ares.

— ¿Sucedió algo?

— No, sólo dejé de tener sueño — se sentó en la cama — ¿Pasa algo que deba de saber?

— No — caminó hacia la cama — Sólo estaba buscando esta cajita — se sentó — Aquí están los únicos recuerdos que tengo de mi madre.

— También tienes ese libro — sacó una hoja — Se la arrancaste al libro en el que rompiste el encantamiento de Dorian.

— No me lo recuerdes...

— Es imposible no hacerlo — colocó una de sus manos en la espalda del vampiro.

— Los doxies, también conocida por hada mordedora; Los Doxy es a menudo confundida con un hada. Representan una plaga — vio al chico tragar en seco — Como el hada posee una diminuta figura humana, si bien la de la Doxy está cubierta por un tupido pelaje negro, sus alas son gruesas, convexas y brillantes, muy parecidas a las de un escarabajo. Tiene dos pares de piernas y dos pares de brazos, es decir, ocho extremidades en total, con forma tuberculosa, lo cual puede llevar al error de considerar a la Doxy un fitozoo — Anker lo miró, analizando todo su cuerpo — Me pregunto si esto es verdad — Ares negó con la cabeza — Sigamos. Su piel puede extra cubierta de pelo, sobretodo en épocas invernales. Es ovípara — Ares desvió la mirada hacia el agua — Así que pones huevos, espero que no quedes preñado, porque te saco ese engendro a golpes — volvió a mirar el libro Si la Doxy se siente amenazada, muerde con sus cuatro filas de afilados y venenosos dientes, si te muerde, has de tomar un antídoto antes de un día o morirás lenta y dolorosamente.

Volteó la hoja y sonrió, sombríamente. Había llegado a lo que estaba buscando sobre el niño que no parecía querer decir una sola palabra.

—Existen dos tipos de doxies — El menor mordió su labio — Los de los encantos y sumisión, y los doxies que sólo sirven para ser más que unos esclavos — pasó las yemas de sus dedos por el cabello del menor — Los doxies son velludos, con pelo por todo su cuerpo, excepto los doxies que nacieron para ser reyes... lo cual eres tú, esclavo. Pero estos doxies llevan cientos años sin ser vistos y los que han podido ser observados, son asesinados por la especie inferior, por miedo a su poder el cual es utilizado por las brujas. Si un Doxy no habla es porque nació antes de lo previsto y su mente y cuerpo sólo responde a las órdenes... — hizo una pausa — ¿Puedes hablar? — el menor asintió lentamente, ya sabía que lo que se avecinaba — Te ordeno que hables, esclavo.

— No me haga daño — sollozó — Por favor.

— Esto es interesante — lanzó el libro por alguna parte del baño — Sólo recibes ordenes — se puso de pie — Haremos una cosa, como estoy seguro de que no vas a querer recibir órdenes de nadie más — entró a la tina — Te ordeno que cada cosa que hagas sea enviada por mí, es decir que sólo hagas lo que te ordene.

— Entendido...

— Amo, me dirás amo o mi señor — el cuerpo debajo de él se tensó — Ahora pondrás de tu parte y vas a disfrutar lo que te haré — besó detrás de su oreja — Y es una orden, esclavo.

Piece of me {GAY} {M-PREG}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora