-¿Tienes poderes mágicos?- Lo miraba estupefacta, intentaba cubrirse, solo le había dejado sus pequeñas bragas rosadas. Las grandes manos de Rider exploraban sus largas piernas con suavidad, era la primera vez que posaba sus manos sobre un cuerpo femenino humano y lo disfrutaría al máximo. Su instinto animal constantemente le decía que la girara y la tomara salvajemente como un verdadero lobo pero no lo haría, retrasaría todo lo que pudiera el coito.
-Puedo hacer cosas que ni te imaginas- Desnudó sus colmillos dejándole ver parte de su ser animal, le gruñó para luego apretujar con fuerza sus voluptuosos muslos y enterrar sus labios en su cuello haciendo que Isamar apretara su espalda con sus delicados dedos. Era muy diferente a tocar una hembra lobo, Isa gemía suavemente y desprendía un olor tierno y sumiso; lamió y tentó esa piel tan sensible para subir hasta poder contemplar esas mejillas sonrojadas.
-Rider...- Laetze estaba petrificada ante la imponente aura de Adirael, sus colmillos sobresalían de sus labios y sus ojos habían tomado un brillo intenso, estaba excitado y ella podía notarlo. Esos mechones azabaches enmarcaron el rostro de ese animal que ansiaba devorarla. Siempre fue una chica responsable y casta, poco más de dos citas y allí estaba frente a un desconocido súper guapo deseando por dentro que la tomara y la hiciera suya. Adirael se acercó a una distancia peligrosa, muy cerca de sus labios como si le pidiera el permiso, se deshizo de la razón y con ambas manos tomó aquel bello rostro masculino y le dio un profundo beso que pronto se tornó apasionado, el guardó sus colmillos y buscó su lengua que rápidamente encontró para unirla a la de él y jugar con desmedida lujuria. Olía su deseo, olía su excitación y eso estaba despertando más su alma de lobo, intensificó el beso y sus manos fueron a parar a los turgentes senos de Isa que se encontraban duros y erectos por semejante beso. En su vida jamás un hombre la había besado o mirado de semejante manera, con su abrasadora mirada clavada en ella descendió hasta el pezón derecho para tomarlo entre sus labios y succionarlo con potencia.
Isamar se arqueó en respuesta y un fuerte gemido escapó de sus labios, ¿Por qué lo estaba volviendo tan loco esta humana? Era su primera experiencia con una y jamás pensó que toda esa cursilería resultara tan placentera. Lamió y succionó todo ese seno mientras con su mano apretaba ligeramente el otro, su mirada yacía concentrada en esas pupilas verdosas que lo contemplaban mientras degustaba sus pechos como si de un delicioso bistec se tratasen. Se incorporó para retirar su camisa dejando a Isamar sin aliento. Había pensado que tenía un cuerpo fantástico pero lo que veía iba más allá, Rider poseía unos hombros anchos y un torso que se iba estrechando hasta formar una deliciosa tableta de abdominales; su cuerpo comenzó a temblar presa de la excitación, pudo mirar varias cicatrices de garras y mordiscos por todo su torso y eso la encendió aún más. Era como estar con uno de sus personajes, abrió sus piernas para permitirle que pasara sus bragas por sus piernas y las mandara a volar.
-Es mi primera vez con una humana, siempre pensaba que era bastante ridículo estar con una por su fragilidad. Acabo de ser cacheteado, es todo lo contrario- Lamió su cuello y dejó varios mordiscos por este para luego descender una de sus manos hasta llegar al centro íntimo de la morena; la miró y volvió a besarla, Isamar acariciaba todo su torso y espalda, sus pequeños dedos lo exploraban como si quisieran recordar ese tacto siempre. Por un instante quiso detener el tiempo y alargar todo lo que pudiera este encuentro, sus inquietas manos se posaron en aquella melena de espartano y la acarició sintiéndola como seda para luego recorrer su enmarcado rostro y posarse en sus labios, en respuesta Adirael besó su mano y dejó que su mejilla reposara sobre la palma de la mano de Isamar. Se miraron por segundos que se transformaron en eternidad, había una especial química entre los dos que estaba aflorando deliciosamente y por extraño que parezca se sentía como si se conocieran de siglos.
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Querido Lobo (Mini historia)
Short StoryPara un alfa como Adirael, estar con humanas es algo ridículo y cursi; siempre le contaron que son frágiles y debes de acariciarlas mucho, en su mundo el sexo es recio y lleva mordiscos y arañazos. Isamar, una artista y dibujante apasionada con los...